lunes, 30 de diciembre de 2013

Pedro no se ahogó - Ánimo en mensaje

La mayoría conocemos la historia de Jesús caminando sobre las aguas y Pedro hundiéndose por haber dudado, pero detengamos la historia en un momento importante de ese acontecimiento.
pedro no se ahogoRecordemos que los discípulos vieron a Jesús andando sobre las aguas y creyeron que era un fantasma. Pedro, en medio de su duda, le dijo a Jesús que le ordenara que pudiera caminar hacia Él y Jesús lo hizo. Después la parte que más conocemos, cuando Pedro dudó y comenzó a hundirse gritando, pidiendo ayuda para que Jesús le salvara porque se hundía, pero aquí viene el momento cumbre: “Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: !Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?  Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento. Mateo 14:31,32

Ese momento exacto en el que después de tanta duda y poca fe Pedro se hundía, es una escena en la que podemos ver que él siente hundirse y puede que por su mente pasara lo peor, pero Jesús estaba ahí, extendió su mano y le sacó del agua, le llevó a la barca y calmó el viento; sólo en un instante cambió el panorama, los momentos de angustia de Pedro los transformó en calma y seguridad.

A veces nosotros nos encontramos como Pedro. Sabemos de Dios y las cosas que puede hacer, pero nuestras situaciones, problemas o necesidades nos hacen dudar y sentir que nos hundimos. A veces las cosas que pasamos son tan fuertes que llegamos a sentir que nos estamos hundiendo, que no podemos controlar la situación, que el mar de problemas va a ahogarnos, pero olvidamos que Dios está ahí a nuestro lado, listo para socorrernos.

¿Hasta dónde has sentido que los problemas te han llevado a creer que te ahogas, que te hundes o que necesitas urgentemente la ayuda de Dios?, no lo sé, pero a veces es Dios quien espera que recapacitemos, que no olvidemos nunca que Él está siempre ahí, que reaccionemos con fe a todas las dificultades por fuertes que sean.

Tal vez en la historia de Pedro sólo recordamos o pensamos cómo se hundía por dudar, pero es importante y muy bueno recordar lo que también sucedió aquel día. Dios le mostró que no le había dejado solo y le sacó del peligro de ahogarse, le extendió su mano y le aseguró en la barca; quizás otra persona hubiera dejado hundir a Pedro por dudar o por ofenderle, por tener tan bajo nivel de fe, pero el corazón de Dios está lleno de misericordia y amor.
Pedro sintió temor, angustia, desesperación, al verse ahí en medio del mar y sintiendo cómo se hundía por su falta de fe, algo parecido a cuando nos encontramos en problemas, pero Jesús estaba ahí, con todo bajo su control, esperando solamente que creyera tal como lo hace siempre con nosotros. Recuerda sólo que Pedro, aunque sintió hundirse por sus dudas, no se ahogó.


Dios no pone pruebas que no las podamos soportar, sólo hace con cada una de ellas que crezca nuestra fe, nuestra relación con Él. Si tú sientes que te hundes en el mar de tus problemas, recuerda sólo que tienes que creer, que Dios está a tu lado y no va a dejar que te hundas, y aunque tu fe esté siendo desafiada y los tiempos a veces son duros, Él está ahí, observándote, listo para socorrerte y llevarte a la barca mientras calma el viento que te azota. Solamente ten fe.


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