“Jehová es mi luz y mi salvación, ¿De quién temeré?
Jehová es la fortaleza de mi vida, ¿de quién he de atemorizarme?”
Salmo 27:1
Si tenemos a Cristo como nuestro Salvador y Señor, estamos protegidos sobrenaturalmente. Si Él vive dentro de usted, tiene Su protección. Él le dará claridad para tomar las decisiones correctas, será siempre su luz. Usted debe tener la plena confianza de que Dios no permitirá el acceso del diablo a su vida. Tenga más confianza en Él. El que vive dentro suyo es más grande que el que está fuera. Diga: Dios es mi luz, no tendré temor.
Si Dios en su palabra dice que Él es nuestra luz y salvación, ¿de qué tendremos temor? Ordene sus pensamientos de acuerdo a esta palabra. En el Padre está la fuerza para vivir plenamente esta verdad. Cuando usted ordena sus pensamientos y medita en ellos se afirma su confianza en Él. Diga: cada cosa que necesito, cada cosa que he de comenzar comienza en el Señor y finaliza en Él. Él es mi protección.
Su destino está en Dios, nada le puede ir mal.
“Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo”
Efesios 6: 11
No tenga miedo, manténgase firme vestido de toda la armadura de Dios. Su Palabra es su armadura. Vístase de ella. Su protección está en su habilidad de arroparse, de vestirse de toda la Palabra. Como dijo Jesús: sea hacedor de la palabra y no un oidor olvidadizo, edifique sobre la roca y no sobre la arena. Esté firme. La armadura es Cristo (la palabra) a través de usted y alrededor de usted. Esto le produce paz.
“Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado”
Isaías 26:3
Perseverar en el pensamiento en Dios traerá paz y aumentará su confianza. Recuerde que el diablo trabaja en el taller de su mente sugiriendo ideas y pensamientos mentirosos para que usted deje de confiar en Dios. No se deje engañar. Persevere en Su palabra y el diablo huirá. Perseverar y resistir son sinónimos.
“Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos.”
Isaías 26:4
Diga: Dios me ha dado una fe que está creciendo y me está fortaleciendo y puede contrarrestar los dardos del enemigo.
Si toleramos el temor contaminamos la fe. Se debilitará poco a poco hasta desaparecer. Nosotros tenemos el escudo de protección que tenía Abrahán, e incluso un mejor pacto a través de Jesús.
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