a) como resultado de una combinación genética (algunos tienen una habilidad natural para la música, arte, o matemáticas), y además influye, y mucho, su medio ambiente (crecer en una familia musical le ayudará a uno a desarrollar un talento para la música), o bien
b) porque Dios deseó dotar a ciertos individuos con ciertos talentos (por ejemplo, a Bezaleel en Éxodo 31:1-6).
Pero los dones espirituales son dados a los creyentes por el Espíritu Santo (Romanos 12:3-6), en el momento de poner su fe en Cristo para el perdón de sus pecados. En ese momento el Espíritu Santo le otorga al nuevo creyente el o los dones espirituales que Él desea que tenga (1 Corintios 12:11). Hay tres listas principales de dones espirituales...
Romanos 12:3-8 enlista los dones espirituales de la siguiente manera: profecía, servicio (en un sentido general), enseñanza, exhortación, generosidad, liderazgo, y mostrar misericordia.
1 Corintios 12:8-11 enlista los dones como: palabra de sabiduría (la habilidad de comunicar sabiduría espiritual), palabra de ciencia (la habilidad de comunicar la verdad práctica), fe (una dependencia inusual de Dios), dones de sanidades, de milagros, de profecía, de discernimiento de espíritus, de lenguas, (la habilidad para hablar un lenguaje que uno no ha estudiado), y la interpretación de lenguas.
Efesios 4:10-12 hace la tercera lista; habla de Dios concediendo a Su iglesia apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros.
Existe también la pregunta acerca de cuántos dones espirituales hay, ya que no hay dos listas iguales. También es posible que las listas bíblicas no los abarquen todos, y que haya dones espirituales adicionales a los mencionados en la Biblia.
Mientras que con frecuencia uno puede desarrollar sus talentos y más tarde dirigir su profesión o pasatiempos alrededor de ellos, los dones espirituales fueron dados por el Espíritu Santo para edificar a la iglesia de Cristo. En ello, todos los cristianos deben ser parte activa, parte activa en la expansión del Evangelio de Cristo. Todos son llamados y equipados para involucrarse en la “obra del ministerio” (Efesios 4:12). Todos son dotados para que puedan contribuir a la causa de Cristo, en gratitud por todo lo que Él ha hecho por ellos. Al hacerlo, ellos recíprocamente encuentran su realización en la vida a través de su labor por Cristo. Es el trabajo de los líderes de la iglesia, "ayudar a edificar a los santos" para que puedan, más tarde, estar equipados para el ministerio al que Dios les haya llamado. El resultado esperado de los dones espirituales es que la iglesia como un todo pueda crecer, siendo fortalecida por la provisión combinada de todos y cada uno de los miembros del cuerpo de Cristo.
Resumiendo las diferencias entre los dones espirituales y los talentos:
(1) Un talento es el resultado de genética y/o de entrenamiento (ambiente), mientras que un don espiritual es el resultado del poder del Espíritu Santo.
(2) Un talento puede ser poseído por cualquiera, cristiano o no cristiano, mientras que los dones espirituales sólo son poseídos por cristianos.
(3) Si bien tanto los talentos como los dones espirituales deben ser usados para la gloria de Dios y para ministrar a otros, los dones espirituales están enfocados específicamente en estas tareas, mientras que los talentos pueden ser usados también, y sobre todo, para propósitos no espirituales.
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