Puede decirse que el resentimiento representa dolores, heridas emocionales del pasado que aún no han sido curadas, y estas tienen varias fuentes:
- - Constantes críticas o acciones negativas hacia nosotros.
- - Personas que apreciamos nos han ignorado o rechazado.
- - Alguien, por su falta de respeto, nos ha puesto en situaciones penosas.
- - Sentir que no podemos expresar nuestros sentimientos con libertad, o que no se toman debidamente en cuenta nuestras opiniones.
- - Una relación sentimental que terminó repentinamente por factores fuera de nuestro control, como cuando la otra persona abandona la relación.
- - Alguien nos ha usado con motivos egoístas sin reconocerlo.
- - Personas que se atribuyen todo el crédito de nuestros esfuerzos y labor.
- - Fuimos víctimas de un incidente donde no hubo resolución.
- En fin, si usted ha pasado por una de estas situaciones puede ser que tenga algún resentimiento. Algunos de los síntomas de un resentimiento son:
- -Criticar a menudo, específicamente a una persona o grupos de personas.
- -Ciertos eventos o aniversarios le causan emociones negativas.
- -Experimenta períodos de enojo incontrolable contra sus familiares cercanos.
- -Evita la relación frecuente con ciertos colegas, amigos o familia.
- -Padece de insomnio, pesadillas o depresión.
- -Siente que tiene que sobresalir y ser perfecto para ser tomado en cuenta.
- -Su mente está llena de pensamientos de inseguridad e inferioridad hacia usted mismo.
- -No poder perdonar a las personas que le han herido...
El primer paso para poder vivir una vida libre de resentimiento, es reconocer que sí existen heridas de su pasado que no han sido cicatrizadas. Después de reconocer que tiene algún resentimiento, haga lo posible por identificar a esos eventos o personas que le han causado ese dolor. Y como tercer paso viene lo que es humanamente difícil, pero totalmente posible por medio del Espíritu de Dios: PERDONAR.
2 Corintios 2:9-11: Con este propósito les escribí: para ver si pasan la prueba de la completa obediencia. A quien ustedes perdonen, yo también lo perdono. De hecho, si había algo que perdonar, lo he perdonado por consideración a ustedes en presencia de Cristo, para que Satanás no se aproveche de nosotros, pues no ignoramos sus artimañas.
Puede ser que las heridas de su pasado no sean justificables, pero bajo la dirección de Dios sí pueden ser perdonables. El acto de perdonar es un acto de obediencia a Dios que viene a destruir cualquier pasado infeliz. "Cuando entregamos nuestras heridas a Dios y perdonamos, damos lugar a que Dios llene nuestro corazón con amor y completa paz". Perdonando, poco a poco verás cómo esos sentimientos negativos se van y comenzarás a tener una vida llena de satisfacción personal y felicidad.
Donde hay resentimiento no hay felicidad, porque Dios no habita donde hay resentimiento.
Es deseable que tú puedas resolver la amargura del pasado, para poder vivir una vida libre de dolor e infelicidad.
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