jueves, 21 de noviembre de 2013

Cuando Dios me ama - Ánimo en mensaje

amor incondicional

Cuando Dios me ama no hay nada de qué temer
Cuando Dios me ama todo estará siempre bien
Aunque de pronto tengamos por qué llorar,
o quizás alguna preocupación que remediar,
todo puede controlarse y dejar de agitarse mientas sea una realidad,
realidad que Dios me ama y nada más importa ya.
Cuando Dios me ama sólo quiero ser una bonita niña que no quiere crecer.
Cuando Dios me ama pienso en cómo puede suceder un gran amor 
como el que me tiene Él
Cuando Dios me ama quiero inventar un día para los dos 
y arrullarme con sus consejos llenos de perdón.
Cuando Dios me ama sólo quiero ser la estrella que brilla en un dulce anochecer.
Cuando Dios me ama compruebo una vez más, que no existe excusa para dejar de llorar 
de tanto amor que Él me da.
Cuando Dios me ama quiero ser aquella ave que vuela alto y es cubierta por ese frío 
tan fresco al que llamo libertad, y es que con Dios he aprendido a volar tan alto, 
que no considero siquiera aterrizar.
Cuando Dios me ama mis preocupaciones del futuro se van, porque por último 
tengo una gran alegría que borra toda ansiedad.
Cuando Dios me ama quiero amar tan intensamente con ese corazón 
que está a punto de estallar.
Cuando Dios me ama quiero ser aquella niña que ahora es mujer.
Cuando Dios me ama quiero pensar que su niña siempre seré 
y que una gran mujer llegaré a ser.

¿Y cuándo Dios te ama…?

“Mi Señor, lo que estoy viendo me llena de angustia y me deja sin fuerzas. ¿Cómo quiere usted que le hable, si casi no puedo respirar?” “Aquel personaje volvió a tocarme, y me dio nueva fuerzas. ME DIJO: ¡NO TENGAS MIEDO, NI TE PREOCUPES DE NADA! ¡ALÉGRATE Y TEN VALOR, PUES DIOS TE AMA!” Daniel 10, 16,17,18 (Traducción en lenguaje actual)

Fdo.: E. C.


“El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor.
El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor jamás se extingue, mientras que el don de profecía cesará, el de lenguas será silenciado y el de conocimiento desaparecerá. Porque conocemos y profetizamos de manera imperfecta; pero cuando llegue lo perfecto, lo imperfecto desaparecerá. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; y cuando llegué a ser adulto, dejé atrás las cosas de niño.
Ahora vemos de manera indirecta y velada, como en un espejo; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de manera imperfecta, pero entonces conoceré tal y como soy conocido.
Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor”.
1 Corintios 13:4-13.

Fdo.: M. G. L.

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