Una empresa de calzado que había desarrollado un proyecto para exportar zapatos a la India, decidió enviar a sus dos mejores consultores a sitios diferentes de dicho país, para hacer un estudio de mercado y ver la conveniencia de exportar o no la mercancía a ese lugar.
Después de algunos días de investigación, el primer consultor envió el siguiente fax a la Gerencia de la industria:
“Señores: cancelen el proyecto de exportación de zapatos para la India, pues aquí nadie usa zapatos.”
Días después, el segundo consultor, por su parte, les envió el siguiente mensaje:
“Señores: tripliquen el proyecto de exportación de zapatos para la India, pues aquí aún nadie usa zapatos.”
Queridos amigos: Hay dos formas significativas de ver la vida: la negativa, como el primer consultor, que dio por sentado que la exportación fracasaría, y la positiva, como el segundo consultor, que veía una ventaja en la misma desventaja.
La forma positiva es aquella que nos permite sacar lecciones, incluso de los problemas, para avanzar hacia el éxito. La negativa, en cambio, nos hace ver en todo obstáculos para detenernos en el camino y abandonar nuestros empeños.
Es igual que decir que para las personas negativas, un medio vaso de agua siempre será un vaso medio vacío; pero para las positivas, constituirá un vaso medio lleno. Para los negativos el viento llora; para los positivos el viento canta.
De ahí que, para quienes confiamos en Dios nos corresponde la forma positiva, pues debemos reconocer que ÉL nos da la fuerza necesaria para vencer todo obstáculo, al punto de parafrasear la Escritura cuando menciona: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Filipenses 4.13
El Señor Jesucristo dijo a sus discípulos : “Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo”. (Juan 16:33)
Fdo.: W. B.
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