sábado, 5 de octubre de 2013

Resistiré - Devocional - Vídeo

José había elegido estudiar Medicina, se preparó para el examen de ingreso y lo aprobó, igual que un buen número de jóvenes. En los diferentes cursos de la carrera universitaria fue superando cada obstáculo que se le iba presentando. Pero faltando poco para terminar, se encontró con una materia que no sabía cómo aprobarla. Pese a que se preparaba con esmero, el resultado siempre era el mismo, "suspenso".
El profesor parecía tenerle cierto encono y se ponía cada vez más exigente con él. Hablando con sus compañeros, descubrió que todos conocían la mala reputación del profesor Rodriguez. Para algunos era una barrera infranqueable que había hecho abandonar la carrera a muchos estudiantes. Y el joven se sentía frustrado, le parecía injusto que sabiendo la materia no pudiera aprobarla.
bachilleresPero después de varios intentos, finalmente aprobó y llegó el esperado día de la graduación. El profesor Rodriguez se le acercó y le dijo: muchos son los que ingresan a la universidad, pero hay pocos que tengan un carácter tan persistente como tú para graduarse, venciendo todas las dificultades que se les presenten. Por eso, mis más sinceras felicitaciones.
La Biblia dice en Hebreos 10:36: “Perseverar con paciencia es lo que necesitan ahora para seguir haciendo la voluntad de Dios. Entonces recibirán todo lo que él ha prometido.” En todas las etapas de nuestra vida se presentarán obstáculos, que bien pueden ser piedras de tropiezo o trampolines que nos hagan saltar a otro nivel.
Sin duda, superar una prueba o aflicción no es fácil, y menos cuando pierdes las esperanzas porque estás dando todo tu esfuerzo y no ves resultados o respuestas. El joven de la historia también estuvo a punto de desfallecer, pero en lugar de intimidarse por el profesor, que una y otra vez le suspendía, tomó este hecho como un obstáculo a superar, porque sabía que al lograrlo alcanzaría un nivel de mayor excelencia.
La vida con Dios es un gran reto, en el que habrá una dura oposición. El Señor conocía esto, y por eso nos dio tantas promesas, para aferrarnos a ellas y que así nuestra fe no decayera.
No se trata de las destrezas o capacidades que tengas, sino de permanecer en su voluntad con persistencia y paciencia hasta alcanzar la victoria. Vemos a personas con muchos talentos pero que lamentablemente no consiguen nada, ni siquiera una ínfima porción de lo que podrían lograr, porque quizás se quedaron por el camino ante algún inconveniente que no pudieron superar. En cambio, otros con menos talentos llegan al final y consiguen grandes logros por su férrea persistencia.
 “Alégrense por la esperanza segura que tenemos. Tengan paciencia en las dificultades y sigan orando.” Romanos 12:12
Muchos pueden encontrar el camino, pero pocos pueden culminar la carrera.

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