domingo, 15 de septiembre de 2013

Una Pastilla Más - Reflexiones

Sólo una pastilla más.
Sí, eso fue lo que dije a mis amigos, sólo una pastilla más y ya no volveré a consumir otra. Pero como siempre, nunca he podido dejar de consumir drogas.
Mis padres y mis amigos me han dicho que deje de consumirlas porque puede irme mal, pero nunca les hago caso.
Hace dos días, consumí más de una pastilla, sólo para salir de la depresión; me comenzó a doler la cabeza y me desmayé.
Recuerdo que al día siguiente amanecí acostado en la cama de un hospital, viendo a mis padres que estaban a un costado de la cama, llorando sin parar y yo sin poder moverme y decirles que no se preocupasen, que iba a estar bien.
Y hoy estoy muy triste porque mis padres y amigos ya no me hacen caso. Les hablo fuerte e incluso hasta les grito para que me hagan caso, pero ellos no me escuchan. Creo que yo ya estoy muerto, por el hecho de que no me hablan e incluso juraría que no me ven.
Por la tarde vi a mis padres llorar como nunca habían llorado, preguntándose por qué tuve que morir.
Si tan sólo les hubiera hecho caso, nada de esto hubiera pasado. Pero yo siempre decía: “Sólo una pastilla más y ya no vuelvo a consumir otra", pero nunca cumplí. ¡Qué lástima!

Así que amigo, si te encuentras hundido en las drogas, trata de salir de ellas antes de que te pase lo mismo y sea demasiado tarde.
No permitas que una pastilla, un cigarro, una cerveza o una inyección te domine. Fuiste hecho para gobernar y no para ser gobernado. Dios está a tu lado para ayudarte. Mírale a él.
Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
Y los bendijo Dios y les dijo: Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sojuzgadla; ejerced dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra. Genésis 1:27-28.

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