“Nunca hay viento favorable para el que no sabe hacia dónde va.” Séneca
Seguramente son muchas las cosas que has vivido y muchas las cosas que quieres experimentar, y todas son parte de una visión anterior.
Si tu visión tomó un rumbo equivocado, probablemente estés preocupado, frustrado o cansado, y te preguntas ¿cómo vuelvo a la visión original?
Se dice que lo mejor para recuperar la visión es darse colirio en los ojos. Investigando un poco encontré que el Instituto Oftalmológico de Alicante (España), ha logrado la regeneración de tejidos de la superficie ocular, mediante la aplicación de un colirio elaborado a partir de la sangre de los propios pacientes. Lo que llama la atención es que el colirio proviene del plasma sanguíneo de cada paciente.
Eso me dice que podemos recuperar la visión original si nos volvemos a nuestras pasiones.
¿Cuál es tu pasión? ¿Estás centrándote en tus pasiones?
“Sin pasión no podemos completar una visión”
Si tu visión no te apasiona difícilmente la completarás. Probablemente la tengas bien definida o bien escrita, pero si no la llevas en tu corazón te puedes desviar del camino y te encontrarás lejos de ella.
Pasa en las organizaciones, donde encontramos carteles grandes o pequeños con una visión grandiosa; sin embargo, muchos de sus miembros están muy distantes de caminar en la visión porque no la llevan en la sangre, y entonces hay que hacer una transfusión sanguínea.
Ninguna organización funciona en piloto automático a la hora de seguir la visión y las organizaciones están compuestas de personas movidas por pasiones, que necesitan ser guiadas por la visión. Si tu organización no está marchando en la visión, puede terminar en cualquier parte menos donde quieres que llegue o donde quieres estar.
¿Está tu organización centrada en la visión?
Quizás es tiempo de revisar la respuesta a la visión original y preguntarte a ti mismo si ella te apasiona, preguntarte si sabes hacia dónde vas y cuándo llegarás, y luego pregúntale a tus colaboradores lo mismo que te has preguntado, porque la visión representa lo que podría y debería ser.
Cómo líder tienes una gran responsabilidad en desarrollar la visión y compartirla cada día. Cuando dejas de compartirla, tu visión se puede nublar y te puedes llegar a perder y a continuación tus colaboradores también. Si tú ves la mitad, ellos también verán la mitad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario