miércoles, 11 de septiembre de 2013

¿Fue Jesús crucificado en viernes? Si es así, ¿cómo es que pasó tres días en la tumba, si es que Él resucitó el domingo? - Preguntas y respuestas bíblicas - Vídeo

La Biblia no hace una declaración específica en cuanto al día de la semana en que Jesús fue crucificado. Las dos opiniones  más extendidas son que en viernes o miércoles. Algunos, sin embargo, usando una síntesis de ambos argumentos, el viernes y miércoles, aceptan el jueves como el día más probable.

Jesús dijo en Mateo 12:40 “Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.” Aquellos que opinan que la crucifixión fue en viernes, dicen que hay una manera entendible por la que se puede considerar, que Él permaneció en la tumba por tres días. En la mentalidad judía del primer siglo, parte de un día era considerado como un día completo. Puesto que Jesús estuvo en la tumba parte del viernes, todo el sábado y parte del domingo, pudieron haber considerado que efectivamente Él estuvo ahí tres días. Uno de los principales argumentos sobre el viernes se encuentra en Marcos 15:42 donde dice que Jesús fue crucificado “la víspera del día de reposo” (el día anterior al Sabbath o sábado). Si este era el Sabbath semanal, entonces el hecho nos lleva a la crucifixión el viernes. Otro argumento para el viernes dice que los versos tales como Mateo 16:21 y Lucas 9:22 enseñan que Jesús resucitaría en el tercer día, por lo que Él no necesitaría estar en la tumba los tres días y noches completos. Pero mientras algunos traductores usan “en el tercer día” para estos versos, no todos lo hacen, y no todos están de acuerdo que esa sea la mejor manera de traducirlos. Es más, Marcos 8:31 dice que Jesús resucitaría “después” de tres días.

Otros argumentan que fue el jueves e imponen este criterio sobre la opinión del viernes; simplemente exponen que hubo demasiados eventos (algunos cuentan hasta veinte), sucediendo entre la sepultura de Cristo y la mañana del domingo, para que ocurrieran todos del viernes por la tarde al domingo por la mañana. Señalan que este es específicamente un cierto problema, cuando realmente el único día completo entre el viernes y el domingo fue el sábado, el Sabbath judío. Un día extra o dos eliminan ese problema. Los que abogan por el jueves razonan: Supongamos que no has visto a un amigo desde el lunes al anochecer. La siguiente vez que le ves es el jueves por la mañana y dices, “no te he visto en tres días”, aunque técnicamente solo han pasado 60 horas (2.5 días). Si Jesús fue crucificado en jueves, este ejemplo muestra cómo pueden ser considerados los tres días.



Los que opinan sobre el miércoles dicen que hubo dos Sabbaths esa semana. Después del primero (el que ocurrió al anochecer de la crucifixión, Marcos 15:42; Lucas 23:52-54) las mujeres compraron las especias. Nótese que las mujeres lo hacen después del sábado (Marcos 16:1). Los que se inclinan a favor del miércoles, sostienen que ese “Sabbath” era de la Pascua (Levítico 16:29-31; 23:24-32, 39, donde los grandes días sagrados no eran necesariamente uno de los siete días de la semana, referido como el Sabbath). El segundo Sabbath de esa semana era un sábado normal. Nótese que en Lucas 23:56, las mujeres que habían comprado las especias después del primer Sabbath, regresaron y prepararon las especias y entonces “descansaron el día de reposo conforme al mandamiento”. El argumento establece que ellas no pudieron haber comprado las especias después del Sabbath y al mismo tiempo preparar las especias antes del Sabbath, a menos que hubiera dos Sabbaths. Con el punto de vista de los dos Sabbaths, si Cristo fue crucificado en jueves, entonces el gran y sagrado Sabbath (la Pascua) habría comenzado el jueves al anochecer y terminaría el viernes al anochecer, al inicio del Sabbath o sábado semanal. El hecho de comprar las especias después del primer Sabbath (Pascua) hubiera significado que ellas las compraron en sábado, quebrantando así la ley.

Por lo tanto, esta opinión declara, que la única explicación que no viola el relato de las mujeres y las especias, se ajusta a la comprensión literal de Mateo 12:40, es decir, que Cristo fue crucificado en miércoles. El Sabbath que fue día santo (Pascua) ocurrió en jueves, las mujeres compraron especias (después de esto) el viernes y regresaron y prepararon las especias ese mismo día, descansando el sábado que era el día de la semana, entonces trajeron las especias a la tumba el domingo muy temprano. Jesús fue sepultado cerca del anochecer del miércoles, que iniciaba el jueves en el calendario judío. Utilizando un calendario judío, tenemos: el anochecer del jueves (noche uno), día del jueves (día uno), anochecer del viernes (noche dos), día del viernes (día dos), anochecer del sábado (noche tres), día del sábado (día tres). No sabemos exactamente cuándo resucitó, pero sí sabemos que fue al amanecer del domingo (Juan 20:1, “...María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro”), así que Jesús pudo haber resucitado justo después del anochecer del sábado por la noche, el cual iniciaba el primer día de la semana para los judíos.

Un posible problema con la opinión sobre el miércoles, es que los discípulos que caminaron con Jesús yendo a Emaús, lo hicieron “el mismo día” de Su resurrección (Lucas 24:13). Los discípulos, quienes no reconocieron a Jesús, contaron sobre la crucifixión (24:20) y dijeron que “... hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido” (24:21). De miércoles a sábado hay cuatro días. Una posible explicación es que ellos pudieron haber contado el sepelio de Cristo desde el anochecer del miércoles, que iniciaba el jueves judío, y pudieron haber contado como tres días de jueves a domingo.


Desde luego, en el esquema de las cosas, no es tan importante saber qué día de la semana fue crucificado Jesucristo. Si fuera tan importante, la Palabra de Dios nos lo hubiera comunicado claramente. Lo que es importante es que Él murió, y que Él, físicamente en su cuerpo mortal, resucitó de entre los muertos. Y también lo que es igualmente importante es la razón por la que Él murió: para librarnos del castigo que merecemos todos los pecadores. Juan 3:16 y 3:36 proclaman que creyendo, o poniendo tu confianza en Él, ¡resulta para vida eterna!



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