lunes, 30 de septiembre de 2013

Fe a prueba de fuego - Ánimo en mensaje - Vídeo

Fe a prueba de fuego
Latía la amenaza... y la guerra se hizo presente, pero en medio de nuestras pruebas Dios desea darnos la victoria. 
A través de la Biblia vemos ejemplos de hombres y mujeres valientes que estuvieron dispuestos a pagar el precio de la fe. Se enfrentaron con valor a sus enemigos sabiendo que Dios era su fortaleza. Dejaron a un lado sus intereses, todo, con el firme propósito de cumplir la voluntad de Dios. Y sus vidas no carecieron de sentido, fueron transformados y hoy podemos dar testimonio de sus hazañas. Unos murieron, otros sufrieron; pero su fe nunca faltó.

¿Cómo está tu fe? ¿Está debilitada o fortalecida a través de las pruebas? ¿Reaccionamos con fe o preocupación? ¿Nos atemorizamos o clamamos a Dios?
Las luchas vendrán y no nos queda otra que seguir firmes y hacia adelante. Será difícil si dependemos de nosotros mismos ya que no habremos puesto nuestra fe en Dios.
¿Cuál es tu lucha? ¿Qué te inquieta? ¿Quién quiere robarte tu gozo?

En Isaías 43:2 Dios nos habla que aunque pasemos por ríos de dificultad, no nos vamos a ahogar; aunque pasemos por el fuego de la opresión, no nos quemaremos. Sí, esas olas o llamaradas de fuego estarán presentes, pero Dios nunca nos dejará. No se trata de la situación que vivamos, se trata de fe.
Y Dios desea desarrollar nuestra fe a través de todas las tribulaciones. Nuestro carácter debe ser moldeado y perfeccionado. Los cambios son necesarios y vitales para nuestro crecimiento.

Y en En Santiago 1:2-3, Dios nos dice que debemos alegrarnos cuando tengamos que enfrentarnos a las pruebas. Dios desea darnos esa clase de gozo y paz que no está determinado por las circunstancias.

No importa la situación por la que estemos pasando, pongámosla en las manos de Dios y permitamos que Él nos lleve de victoria en victoria.  No nos quejemos, sino alegrémonos de saber que Dios desea moldearnos y perfeccionarnos para cumplir su propósito. Nuestra fe crecerá; de ser una semilla de mostaza a la hortaliza más grande. Una fe de calidad, una fe verdadera.


“Por esta razón están ustedes llenos de alegría, aun cuando sea necesario que durante un poco de tiempo pasen por muchas pruebas. Porque la fe de ustedes es como el oro: su calidad debe ser probada por medio del fuego. La fe que resiste la prueba vale mucho más que el oro, el cual se puede destruir. De manera que la fe de ustedes, al ser así probada, merecerá aprobación, gloria y honor cuando Jesucristo aparezca. “

1 Pedro 1:6-7 DHH

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