martes, 13 de agosto de 2013

Lo que yo soy es lo que importa - Reflexiones

Una maestra decidió llevar su proyecto al alumnado para ver qué clase de influencia tendría en él. Dio a cada uno de sus estudiantes tres cintas, y les dijo que fueran e hicieran conocer a otros esta ceremonia de reconocimiento personal.
Tendrían que hacer un seguimiento de los resultados, ver quiénes honraron a la clase la semana siguiente. Uno de los chicos de la clase fue a donde un joven ejecutivo de una compañía cercana, al que conocía por haber planificado su carrera. Colocó una cinta azul en su camisa, y luego le dio dos cintas más.
- Estamos haciendo en la clase un proyecto sobre reconocimiento, le dijo, y nos gustaría que usted busque a alguien a quien admire para que le dé una de las cintas azules para él, y la otra para que esa persona haga lo mismo con alguien más, a fin de mantener esta ceremonia en marcha. Una vez hecho esto, por favor, infórmeme qué sucedió.
Más tarde, ese mismo día, el joven ejecutivo fue a ver a su jefe, quien tenía fama de ser un individuo gruñón y de mal humor. Le hizo sentarse y le dijo que le admiraba profundamente por ser un genio creativo. El jefe se sorprendió. El joven ejecutivo le preguntó si aceptaría la cinta azul como regalo, y le pidió permiso para colocársela en el pecho.
- Seguro, hazlo, contestó su sorprendido jefe.
El joven ejecutivo tomó la cinta azul y la colocó en la chaqueta del jefe, sobre su corazón.
- ¿Me haría un favor?, le dijo mientras le daba la última cinta. ¿Querría tomar esta cinta extra, y darla como prueba de admiración a alguien más?, resulta que el chico que me dio estas cintas está llevando a cabo un proyecto de su escuela. Queremos mantener en marcha esta ceremonia de reconocimientos y ver cómo afecta a las personas.
Esa noche el jefe llegó a su casa, se dirigió a su hijo de catorce años de edad y se sentó con él.
- Hoy me sucedió algo increíble, le dijo. Estaba en mi oficina, cuando uno de los jóvenes ejecutivos entró, me dijo que me admiraba y me dio una cinta azul por ser un genio creativo.
Después la puso en mi chaqueta, sobre mi corazón. Esta cinta azul, que dice... “Lo que yo soy es lo que importa”. Me dio otra cinta y me pidió que encontrara a alguien más a quien reconocer. Mientras conducía a casa esta noche, empecé a pensar a quien honrar con esta cinta, y pensé en ti.
Quiero darte este reconocimiento. Mis días son realmente estresantes y cuando llego a casa no te presto mucha atención. A veces te grito por no sacar buenas notas en el colegio o por tener tu dormitorio echo un desastre, pero esta noche quiero sentarme contigo aquí y hacerte saber que tú eres importante para mí. Tú y tu madre sois las personas más importantes de mi vida. ¡Eres un gran chico y te amo!
Sorprendido, el muchacho comenzó a sollozar y no pudo contener las lágrimas. Todo su cuerpo se enervó.
- Papá, le dijo llorando y mirándole firmemente, estaba planeando suicidarme mañana porque pensaba que tú no me querías. ¡Pero ya no necesito hacerlo!
Marcos 6:34
Y saliendo Jesús vio grande multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y les comenzó a enseñar muchas cosas.
Proverbios 12:26
El justo sirve de guía
 a su prójimo: Mas el camino de los impíos les hace errar.
Lucas 10:27
Y él respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de todas tus fuerzas, y de todo tu entendimiento; y a tu prójimo como a ti mismo.
Romanos 15:2
Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en bien, a edificación.

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