domingo, 14 de abril de 2013

El Capullo - Motivacional


 
  
Un hombre encontró un capullo de una mariposa y se lo llevó a su casa, para observar a la mariposa cuando saliera del capullo.

Un día notó un pequeño orificio en el capullo, y entonces se sentó a observar durante varias horas, viendo cómo la mariposa luchaba por poder salir. El hombre la vio que forcejeaba duramente para poder pasar su cuerpo a través del pequeño agujero, hasta que llegó un momento en el que pareció haber cesado de forcejear, pues aparentemente no progresaba en su intento. Parecía como si se hubiera atascado.

Entonces, el hombre, sintiendo lástima, decidió ayudar a la mariposa y con una pequeña tijera cortó al lado del agujero para hacerlo más grande, y fue cuando la mariposa por fin pudo salir del capullo.

Sin embargo, al salir, la mariposa tenía el cuerpo muy hinchado y unas alas pequeñas y dobladas.

El hombre continuó observando, pues esperaba que en cualquier instante las alas se desdoblarían y crecerían lo suficiente para soportar al cuerpo, que se contraería al reducirse la hinchazón que tenía
.

Ninguna de las dos situaciones sucedieron y la mariposa solamente podía arrastrarse en círculos, con su cuerpecito hinchado y sus alas dobladas. Jamás logró volar.

Lo que el hombre, en su bondad y apuro, no entendió, fue que la restricción de la apertura del capullo y el esfuerzo de la mariposa por salir por el diminuto agujero, eran parte natural del proceso que forzaba fluidos del cuerpo de la mariposa hacia sus alas, para que alcanzasen el tamaño y fortaleza requeridos para volar.

Su libertad y el volar solamente podían llegar después de la lucha. Al privar a la mariposa de la lucha, también le fue privada su salud.

¡Cuánta verdad hay en esto!

Algunas veces, luchas son lo que necesitamos en la vida. Si Dios nos permitiera progresar por nuestras vidas sin obstáculos, no podríamos crecer y ser tan fuertes como podríamos haberlo sido.

Cuántas veces hemos querido tomar el camino fácil para salir de dificultades, como tomar esas tijeras y recortar el esfuerzo, para encontrarnos al final con un resultado insatisfactorio, y a veces desastroso.

Hay dos versículos bíblicos que son de gran importancia y que pueden ser aplicables a toda persona:

"Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes...." (Josué 1:9)

"Y también el que lucha..., no es coronado si no lucha legítimamente." (II Tim. 2:5)

¡Dios te bendiga!

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