lunes, 25 de febrero de 2013

Tu historia se está escribiendo - Devocional - vídeo

Aquel día, mientras buscaba unos documentos importantes, encontré un viejo cuaderno en el que escribía muy a menudo experiencias que vivía en momentos muy precisos, reflexiones, frases, etc. Eran de hace casi diez años, pero en el momento de leerlos, pude notar como desde ese entonces ya escribía cosas idénticas a las que hoy en día escribo.
Leer esas frases y algunas vivencias, me hizo recordar todo el camino que he tenido que recorrer, para llegar a este momento de mi vida. En aquel momento aún estaba soltero y ni siquiera conocía a la que llegaría ser mi amada esposa, y mucho menos imaginaba que tendría un par de hijos tan hermosos e inteligentes.
En algunos de esos escritos narraba emociones o sentimientos que me inundaban en esos momentos, situaciones que me era difícil afrontar o cosas que yo anhelaba que un día se cumplieran. Pero en especial, hubo una frase que escribí hace casi diez años, que hoy en día es parte de mi predicación: “Dios cumplirá sus planes perfectos en mi”.
Siendo un joven soltero tenía la convicción de que Dios haría algo maravilloso en mi vida, pese a estar afrontando momentos muy difíciles, como los que todos los solteros pasan en algún momento de su vida, pero a pesar de todo, al leerme, pude notar la convicción que tenía ya entonces, de que no importaba el momento que estuviera viviendo o experimentando, porque de una u otra forma Dios iba a hacer algo maravilloso en mi vida.
Leer mis experiencias de hace muchos años, me hizo entender, aún más, que es necesario pasar por toda esa clase de situaciones, pero sobre todo me hizo entender, que al final Dios siempre cumple su plan perfecto en nuestra vida y ese plan siempre sobrepasa nuestras expectativas.
Jesús dijo: “…porque es necesario que vengan tropiezos…” en Mateo 18:7; Él mismo sabía que es inevitable que pasemos por situaciones.difíciles, pero al mismo tiempo nos mostró la forma de afrontar esas situaciones: confiando en su Padre hasta la muerte.
Todos tenemos una historia que contar, posiblemente muchos, en este momento de su vida, están experimentando situaciones que no quisieran experimentar, puede que muchos en este momento estén tristes por lo que están viviendo, puede que lo que están experimentando les está costando muchas lágrimas, puede que en este momento no vean una salida o una respuesta a lo que viven, pero aún en medio de todo ello, Dios tiene el control y al final sonreirán. Si hay algo que nunca debemos perder en la vida es: LA CONFIANZA DE QUE DIOS HARÁ ALGO.
Puedes sentirte triste, puedes estar llorando, puedes estar muy confundido o con un dolor profundo en tu corazón, puedes sentirte solo o abandonado, pero incluso en medio de cualquier sentimiento que en este momento te esté inundando, debes de CONFIAR CIEGAMENTE en lo que Dios hará, porque si de algo debes estar seguro es de que DIOS HARÁ ALGO.
Hoy lloras, hoy estás triste, hoy quisieras no sentir eso que sientes o no experimentar eso que estás experimentando, pero dentro de un tiempo te darás cuenta de que todo lo que hoy en día vives o experimentas, te servirá para el futuro maravilloso que Dios tiene planeado para ti.
No te quejes, no cuestiones a Dios, no te enojes con Él, porque todo lo que venga a nuestra vida es porque lo podemos soportar con su ayuda. Dios ve la capacidad de resistencia que tienes y jamás pondría algo en tu vida que no pudieras sobrellevar; recuerda que no estás solo ni sola, Dios mismo es quien está contigo.
Deja que Dios escriba las líneas de tu historia, deja que Él describa cada situación que tendrás que afrontar, pero sobre todo, deja que Él te abrace y te tome en sus brazos para que no camines solo, porque seguro que Él está allí para cuidarte.
Tu historia se está escribiendo y seguro que el final será más asombroso de lo que un día imaginaste, solamente CONFÍA en lo que Dios mismo hará.

¡Él cumplirá su propósito en ti!

“Dios mío, tú cumplirás en mí todo lo que has pensado hacer. Tu amor por mí no cambia, pues tú mismo me hiciste. ¡No me abandones!”

Salmos 138:8 (Traducción en lenguaje actual)
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario