lunes, 25 de febrero de 2013

Padre - Devocional

“¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?” 
Lucas 11:11-13 (Reina-Valera 1960)
Mi papel de padre no lo cambiaría por nada, disfruto siendo padre y disfruto de mis hijos. Cuando están en peligro, trato de ponerles a salvo. Cuando tienen alguna necesidad, trato de suplirla en cuanto pueda. Verles felices es uno de mis propósitos, que se sientan seguros es lo que trato de transmitirles.
Puedo notar cómo con mi presencia se sienten seguros y libres, puedo verles sonreír cuando saben que les cuido, veo sus caritas llenas de fe sabiendo que papá está allí para que nada malo les pase y eso, sin duda, me hace sentir muy bien, pues saber que tus hijos confían en ti no tiene precio.
Dios es nuestro Padre, aquel Padre que haría cualquier cosa por sus hijos. Un Padre que al ver en peligro a sus hijos corre a protegerlos, aquel Padre que al ver una necesidad de sus hijos trata de suplirla, aquel Padre que desea que sus hijos puedan confiar plenamente en Él, porque eso le haría sentirse orgulloso de ellos.
Cuando comparo el amor que le tengo a mis hijos y lo capaz que sería de hacer cualquier cosa por ellos, me doy cuenta de que Dios haría aún más por mí de lo que yo haría por mis pequeños.
Yo, siendo un hombre imperfecto y un padre imperfecto, trato de cuidar, proteger, amar y guiar a mis hijos, entonces,¿cuánto más mi Padre que está en los cielos?
Es emocionante, en gran manera, el hecho de que muchas veces Él ha estado allí, cuidándome a pesar de haber dudado de que lo hiciera. Es emocionante saber que me ha bendecido más de lo que considero merecer, pero que su amor hacia mí no tiene limites. Me emociona saber que, a pesar de mis frecuentes errores, siempre tiene algo especial para mi vida. Me emociona saber que, en medio de millones y millones de personas, me escogió a mí para ser su hijo. Me emociona saber que, a pesar de que la duda venga a mi mente, Él estará siempre para ayudarme y sacarme de todos aquellos momentos en los que creo que no podré más.
Quiero recordarte quién es tu Padre, tu Padre es DIOS y Él siempre ha cuidado de ti, Él siempre ha estado allí. Incluso en aquellos momentos en los que dudaste de su presencia, Él siempre estuvo allí. Aún en aquellos momentos en donde hiciste lo contrario a lo que te mando, Él no dejo de estar allí.
Tú Padre te ama y quiere lo mejor para ti; eso no significa que no vayas a experimentar momentos difíciles, pues son parte de la vida de cualquier ser humano, pero aún en medio de esos momentos difíciles, Él estará allí para no dejarte solo y darte la fortaleza que necesitarás para salir adelante.
Confía en Dios como tu Padre, no te olvides que eres su hijo y que tienes importancia especial para Él. Un día Él te escogió a ti, no porque te lo merecieras, no porque fueras lo suficientemente bueno para merecerlo, sino porque simplemente te amó y te escogió desde antes de la fundación del mundo.
Tú siempre estuviste en los planes de Dios, tú siempre fuiste importante para Él. Quizá estos días te has sentido solo y abandonado, quizá hasta has pensado en volver a tu antigua vida al ver los constantes problemas que se te presentan, sin embargo, quiero recordarte que Dios es tu Padre y, como tal, está pendiente de tus necesidades y a Él no se le escapan detalles.
Tu tarea es creer y confiar, tu tarea es descansar en los brazos de tu Padre; sí Él está allí, ¡no hay nada que temer!, si Él está observándote, entonces, ¿por qué pensar que las cosas terminarán mal?. Dios siempre tiene una forma única y especial de actuar y lo demostrará en tu vida a través de esa situación que estás atravesando.

¡Tu Padre es Dios, que nunca se te olvide!

“Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.” 

2 Corintios 6:18 (Reina-Valera 1960) 

No hay comentarios:

Publicar un comentario