martes, 26 de febrero de 2013

Lo Que Tienes En Tu Mano - Crecimiento personal-espirirtual

Antonio vivió en Cremona, Italia, durante el siglo 17.
Cremona era una ciudad musical, por lo tanto, su elemento característico y vital era cantar y tocar.
Antonio anhelaba ser reconocido por familiares y amigos al vivir precisamente en Cremona, pero había un problema.
No gozaba de buena voz, y cuando intentaba cantar, era objeto de risas por parte de sus amigos. En su anhelo de honrar a Cremona, intentó tocar el piano y el violín, pero tampoco lo logró. Había allí buenos músicos, de gran nivel.
Parecía no tener fibra musical. Lo único que Antonio podía hacer con elegancia, era tomar un pedazo de madera y tallarlo y allí si parecía tener suficientes habilidades. Pero, ¿de qué sirve un tallador de madera en una ciudad de músicos?
Antonio se encontraba un día sentado a la orilla de la calle, mientras sus amigos tocaban y cantaban. La gente que les veía y oía cantar, lanzaba algunas monedas para recompensar su actuación.
Ese preciso día, un caballero se detuvo y les pidió a los jóvenes que tocaban, que repitieran una de las canciones. Cuando ellos finalizaron de tocar esa pieza musical, el hombre les dio una moneda. Era una moneda de oro. Mucho dinero en ese tiempo.
El hombre que les sorprendió era Amati, el mayor fabricante de violines de toda Italia.
Antonio, al saber quién era ese hombre, decidió que él también podía llegar a ser un día fabricante de violines. El día siguiente, Antonio fue al taller de Amanti y le rogó que le permitiera trabajar con él como aprendiz. Durante varios años, Antonio aprendió todo lo que pudo de su maestro fabricante. Su mente no imaginó cuánto sería conocido en los años venideros por su trabajo en madera.
El apellido de Antonio era Stradivarius.  El fabricante de los violines más afamados y caros. Hasta el día de hoy, lograr un Stradivarius es toda una riqueza.
¿Puedes imaginarlo? De tallador de trozos de madera a fabricante de los violines más caros en la historia musical del mundo.
¿Sabes?, ¿amigo/a?, lo que tienes en la mano en bruto podría ser el don (bruto), que Dios puso en tu mano para crear lo que puede marcar la diferencia. No busques ser cantante cuando lo que llevas dentro de ti es fabricar lo que acompaña al cantante.
Los que se ríen hoy de ti, podrían quedar con la boca abierta mañana, cuando vean que entendiste que lo tuyo no era cantar, sino crear para impactar.
Ya tienes lo que te puede lanzar al espacio de la conquista, de la victoria. Lo que necesitas, es ver lo que Dios ya te entregó para que lo use a la manera de Él y el tiempo de Él.

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