La paciencia es una virtud, es una cosecha que se espera con ansias.
Es la esencia de la vida y la falta de ella es la razón de la tristeza.
La paciencia nos mira, nos busca, nos anhela
En cambio, nosotros tratamos de evitarla y tal vez ignorarla
Pero ella es tan paciente que te espera a que tú la aceptes
Y la mimes, la consientas y le des la oportunidad esperada.
Todos hemos sido impacientes, todos le hemos dado una bofetada
Y aunque alejada de nuestra vida ha estado, siempre la pedimos
A gritos de canto.
Muchas personas han muerto por falta de ella
Y muchas otras han sido felices por razón de su existencia.
Si la tengo, gano
Si la pierdo, me pierdo sin ella.
Ver un panorama desolador es la excusa perfecta para matarla
Y la gloria de los años jóvenes es la excusa para encerrarla.
Vivir de prisa, vivir sin control es mejor, dicen algunos,
Pero por hacer ello, créanme he llorado tantas veces,
que no te aconsejo, si me lo permites, ignorarla o matarla, mejor invítala a tu vida y
comparte con ella el ritmo melódico de la vida.
Si este es tu caso, mi querido amigo, no te pediré ni me pediré
cogerla entre tus brazos de inmediato.
Sólo te la pido y me pido pasar un día con ella.
Sólo comparte un día con ella, sólo háblale directamente
No es tu enemiga aunque de momento lo parezca
Es tu amiga y quiere acompañarte en esta vida.
Sonreír de su mano es vida latiendo prudentemente
Llorar anhelándola es triste, pero tan triste como la muerte.
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