viernes, 25 de enero de 2013

Lo que Veo No Me Gusta - Crecimiento personal

“Lo peor que puede pasarle a un hombre es llegar a pensar mal de sí mismo.” Johann Wolfgang Goethe

¿Te gusta lo que estás viendo en tu vida?
¿Estás conforme o quieres mejorar?
¿Qué te detiene y hace que no puedas alcanzar tus sueños?
Probablemente, si te colocas frente a un espejo no te gustará lo que ves de ti, verás a alguien quizá con problemas de sobrepeso, con arrugas, una persona con una autoestima muy baja, que tiene problemas para nutrir su mente de pensamientos positivos.
Tus pensamientos determinan tu destino, tus pensamientos son los que te debilitarán o te darán fuerzas, son los que te desanimarán o inspirarán. Tus pensamientos crean emociones, éstos se convierten en actitudes y luego comienzan a formarse conductas, patrones o hábitos que formarán nuestro carácter y nuestro destino.
Soy responsable de mis pensamientos, así que si lo que veo no me gusta, debo cambiar los malos hábitos que dominan mi mente.
Proverbios 23:7 “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él”. “Los buenos pensamientos nunca producen malos resultados; los malos pensamientos nunca producen buenos resultados”.
Si lo que veo no me gusta, entonces debo cambiar las gafas con los cuales observo la vida, o colocarme colirio en los ojos para ver mejor.
El escritor David Fischman, autor del libro “El Espejo del Líder”, cuenta que una vez un rey estaba muy enfermo y pidió a un gurú que le curara. Éste le dijo que se salvaría cuando consiguiera ver todo azul. El rey inmediatamente mandó pintar de azul casas y campos, mandó teñir las telas y exigió a todos sus súbditos vestirse de azul. Meses después regresó el gurú a ver al rey.
El guardia, viéndole vestido de blanco, le obligó a ponerse traje azul. Cuando éste preguntó por qué, le respondieron: “Hace algunos meses un gurú loco aconsejó al rey ver todo azul”. El sabio respondió: “Yo soy ese gurú, pero quien se ha vuelto loco es el rey”. Al ver al rey le dijo: “Su Majestad, yo le pedí que viera todo azul, no que cambiase la creación de Dios. Lo que debió hacer fue ponerse lentes azules y así arreglar su problema”.
La historia de este rey se parece mucho a la nuestra, cuando pensamos que es más fácil que cambien otros o que cambien las circunstancias, antes de pensar que yo necesito hacer ese cambio.
Para comenzar a hacer ese cambio debes comenzar a cambiar tus pensamientos. Tus pensamientos le dan sentido a tu realidad. Si piensas de forma negativa, te vas a expresar de manera negativa.  Imagina que tu mente es un ordenador donde has venido almacenando datos desde que naciste; con toda esa información has desarrollado creencias y normas, que te recuerdan muchas veces que hay cosas que no puedes lograr, que no puedes hacer, que no son para ti, y vas por la vida pensando que eres un fracaso, y por eso lo que ves de ti no te gusta.
Hay algunos principios para desarrollar pensamientos saludables:
1. Es un hábito que tenemos que aprender. Necesitamos reemplazar cada uno de los pensamientos negativos por pensamientos positivos y agradables de nosotros mismos. Somos responsables de nuestros pensamientos. Somos al 100% responsables de todo lo que experimentamos en nuestra vida. Debes comenzar por renunciar a las excusas.

“El 99% de los fracasos de las personas provienen de personas que tienen el hábito de inventar excusas”. George Washington Carver
2. Presta atención a tus pensamientos. El pensamiento va siempre antes del sentimiento y antes de la acción. Muchas personas se vuelven infelices, se quejan de sus sentimientos miserables, sin darse cuenta de que pueden cambiar los sentimientos por pensamientos saludables. No puedes dejar que los sentimientos te controlen. De hecho tus miedos están basados en tus creencias, en aquellas cosas que consideras que te limitan, y la única persona que puede eliminarlos eres tú. Dios te ha facultado para controlar tus pensamientos.
“Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo” 2 Corintios 10:5 (NVI)
Hoy es un buen día para colocarte lentes o ponerte colirio para que tus ojos sean llenos de confianza, y que ésta te permita crecer y desarrollarte como persona. Cuando lo hagas, podrás apreciar la belleza de la vida y te gustará lo que ves.

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