El motivador Steve Chandler, reportero de deportes, entrevistó en 1976 a un fisioculturista y aspirante a actor llamado Arnold Schwarzenegger. Chandler recuerda que le preguntó: ¿Hacia dónde te diriges y cuál es una de tus metas? Con voz calmada Schwarzenegger respondió: ” Camino hacia la meta de ser el actor número 1 de Hollywood". En aquel entonces su imagen no prometía mucho. Su acento austriaco y su figura monstruosa no prometían mucha aceptación de las audiencias futuras. Steve trató de decírselo, y Arnold le respondió: para llegar a esa meta estoy usando el mismo método que usé en el fisioculturismo; este método consiste en crear una visión de ti mismo, de lo que quieres ser y comenzar a vivir como si esa imagen fuera real. Esto suena ridículamente simple, pero, dentro de esa simpleza, Schwarzenegger caminó y llegó a ser no sólo un artista reconocido mundialmente, sino incluso gobernador de California.
Tenemos a veces una imagen distorsionada de nosotros mismos y nos olvidamos que somos producto de la mano de Dios. Cuando comenzamos a caminar en el sendero de lo expresado por Dios, todas las otras mentiras que gente significativa nos ha dicho comienzan a derrumbarse.
Nunca dejes que el héroe que Dios creó en ti se ahogue en las corrientes tumultuosas de quienes te quieren inundar.
Efesios 2:10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Salmos 92:5 ¡Cuán grandes son tus obras, oh Jehová! Muy profundos son tus pensamientos.
Proverbios 23:7
Porque cual es su pensamiento en su alma, tal es él.
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