martes, 16 de octubre de 2012

La exclusividad de Cristo - reflexión

"Luego dijo Jesús: «Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso" Mateo 11:28 (NTV)

"Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. (R.V.) Mat_11:28

¿No es humillante que nos digan que debemos ir a Jesús? Pensemos en las circunstancias por las que no queremos acudir a Él. Si quieres saber cuán auténtico eres, pruébate con las palabras: "Venid a mí". A cada momento en que no seas auténtico discutirás antes que ir, buscarás evasivas antes que ir, te someterás al dolor antes que ir y harás cualquier cosa antes que recorrer el último trecho de ese camino de aparente e inexpresable locura en el que dirías: "Vengo tal como soy". Incluso hasta la más insignificante falta de respeto espiritual siempre se hará evidente, porque estás esperando que Dios te pida hacer algo muy grande, cuando todo lo que te está diciendo es: "Venid".
"Venid a mí..." 
Cuando oigas estas palabras sabrás que algo te sucederá antes de que puedas ir a Él. El Espíritu Santo te mostrará todo lo que debes hacer y lo que sea necesario para desarraigar lo que te está impidiendo ir a Jesús. Nunca podrás avanzar si no estás dispuesto a hacerlo. El Espíritu Santo sacará a la luz esa fortaleza inexpugnable que hay en ti únicamente cuando estés dispuesto a permitírselo.
Muchas veces te has acercado a Dios con tus peticiones y te has ido pensando: "¡Esta vez realmente conseguí lo que quería!" Y sin embargo te has ido sin nada mientras Dios ha estado con las manos extendidas no sólo para recibirte, sino también para que tú le recibas a Él. Piensa en la invencible e incansable paciencia de Jesús quien amorosamente te dice: Venid a mí.
 

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