martes, 16 de octubre de 2012

Creer es la clave - devocional - vídeo

Todos nosotros tenemos muchas peticiones hechas o por hacer a Dios que quisiéramos que Él contestara de inmediato. Quizá algunas personas llevan años y años pidiendo a Dios cierta respuesta y aún no la han recibido, y no porque Dios no pueda o no quiera, sino porque muchas veces pedimos mal o pedimos sin creer realmente que Dios va a respondernos.
A veces nos limitamos a pedir porque nos prejuzgamos a nosotros mismos y consideramos que no somos dignos de recibir una respuesta de Dios, como si Dios nos fuera a responder únicamente en base a nuestra integridad TOTAL; y si así fuera, puede que muchos de nosotros nunca recibiera una respuesta de Dios. Él no basa su respuesta en una integridad o en una santidad total, Él no tiene categorías de personas a quienes sí responde y a quienes no, la CLAVE para recibir una respuesta está en CREER.
Pedir y Creer que recibiremos es la clave para obtener una respuesta. La Biblia dice:“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá” Mateo 7:7-8 (Reina-Valera 1960). La Biblia no describe que para recibir una respuesta tengamos que llenarnos de requisitos morales o espirituales. Aunque estos requisitos son importantes y deben nacer de un corazón sincero y agradecido a Dios, sin un interés de por medio, fruto del agradecimiento que hay en nuestro corazón, esos requisitos no son en sí mismos la clave para encontrar una respuesta; lo que sí se necesita al pedir es CREER.

Si vas a pedir es porque vas a creer que recibirás, si vas a buscar es porque crees que hallarás, si vas a llamar a la puerta es porque crees que te la abrirán. TODO tiene que ver con CREER.
Ese mismo pasaje bíblico en la Traducción en Lenguaje Actual dice: “Pidan a Dios, y él les dará. Hablen con Dios, y encontrarán lo que buscan. Llámenlo, y él los atenderá. Porque el que confía en Dios recibe lo que pide, encuentra lo que busca y, si llama, es atendido.” Mateo 7:7-8. Me gusta la frase de este versículo que dice:“Porque el que confía en Dios…”, allí esta la CLAVE, confianza tiene que ver con creer, es la seguridad que existe en que las cosas van a pasar.
¿Cuando oras y le pides algo a Dios, realmente crees verdaderamente que Dios te responderá? Seamos sinceros al reconocer que en muchas ocasiones hemos orado sin creer que Dios nos ha de responder. Quizá al ver la situación que estamos atravesando y pensar en que nada puede sacarnos de eso, oramos pero al mismo tiempo no tenemos la fe necesaria para creer que algo bueno saldrá de eso. Sin embargo Dios es tan misericordioso que, a pesar de que a veces la fe nos falla, a pesar de que no creemos que las cosas pueden cambiar, Él actúa a nuestro favor y cambia la historia de un final trágico a un final feliz.
Entonces la pregunta ante esto seria: Si Dios actúa muchas veces a pesar que no creemos que las cosas pueden salir bien, ¿qué haría si realmente CREEMOS con firmeza en que Él actuará?
En una ocasión los discípulos del Señor le pidieron que les aumentara la fe, y entonces el Señor les dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro (árbol): Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería” Lucas 17:6 (Reina-Valera 1960). En otra traducción dice: “El Señor Jesús les dijo: —Si la confianza de ustedes fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a este árbol: “Levántate de aquí y plántate en el mar”, y el árbol les obedecería.” Lucas 17:6 (Traducción en lenguaje actual). Nuestro Señor Jesús estaba diciéndoles en pocas palabras que lo único que necesitaban realmente era CREER, CONFIAR, eso era todo. Y es que el creer no nacerá de una oración que alguien haga por nosotros, sino de la CONFIANZA que exista en nuestra vida de que Dios es capaz de hacer eso y que quiere hacerlo. Jesús no oró en ese momento por ellos para que su fe fuese aumentada, sólo les explicó realmente donde estaba la clave. Plantar un árbol en el mar es algo imposible, pero Jesús no hablaba en términos literales sobre ese ejemplo en particular; lo que Él quería que entendieran es que al CREER en Dios lo que es imposible puede hacerse posible. También pensemos que para que ocurran cosas sobrenaturales, como plantar un árbol en el mar, no se necesita UNA GRAN CANTIDAD de FE; Jesús pidió como requisito un mínimo de fe cómo del tamaño de un grano de mostaza. Si con un grano de mostaza pueden ocurrir cosas como esas, ¿cuánto más con mucha más fe?, pero si aún en nuestra vida no ocurren cosas como esas es porque nuestra fe no llega ni al tamaño del grano de mostaza.
Cuando Jesús utilizaba la figura de un grano de mostaza para referirse a la fe, no sólo hablaba del tamaño del grano, sino de lo que secunda a ese grano cuando es plantado. Lo que Jesús estaba diciendo es que la FE es como una semilla que, siendo plantada en el terreno de Dios, puede crecer y dar los frutos que realmente esperamos. En otra ocasión Jesús se refirió al grano de mostaza de esta forma: “Es como el grano de mostaza, que cuando se siembra en tierra, es la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra; pero, después de sembrada, crece, y se hace la mayor de todas las hortalizas, y echa grandes ramas, de tal manera que las aves del cielo pueden morar bajo su sombra.” Marcos 4:31-32 (Reina-Valera 1960).
Lo que Dios quiere en nuestra vida es que cada día nuestra fe vaya creciendo, que vayamos desarrollando esa fe que nos ayuda a creer sin dudar en que Dios actuará en nuestra vida. Pero la fe no se obtiene por una oración que alguien haga, la fe es un ejercicio que debemos practicar cada día y cuyo único origen proviene de las Palabras de Dios, no hay nada más que pueda aumentar nuestra fe que la Palabra de Dios, por eso dice la Biblia: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” Romanos 10:17 (Reina-Valera 1960).
Comencemos pues a ejercitar nuestra fe, la clave para recibir respuestas está en CREER, Dios quiere que le creamos, que confiemos en Él, que no dudemos, que descansemos confiadamente esperando su respuesta.
La próxima vez que estés pasando por un momento muy difícil, ora a Dios, pero al mismo tiempo descansa en la seguridad de que Dios actuará, que no te dejará solo y que de alguna forma las cosas saldrán para tu bien.
Cuando decidimos confiar en Dios sin dudar, entonces Dios se toma muy en serio su trabajo pues no quiere defraudar a nuestra fe. Cada vez que le pidamos algo y en nuestro corazón lo creamos con todas nuestras fuerzas, sin duda Dios obrará de una forma especial dándonos la respuesta que Él crea que es la más indicada.
Si en este momento estás pasando por uno de los problemas más difíciles que te ha tocado afrontar, piensa que la clave está en CREER, creer que Dios está interesado en tu problema y que sólo necesita de ti que deposites tu confianza en Él, sabiendo que Él actuará como mejor crea conveniente.
¡Adelante! ¡Confía en Dios! ¡Descansa en Él!, es hora de que comiences a CREER que Él puede y quiere actuar en tu vida.

¡LA CLAVE ESTAR EN CREER!

“Pon tu vida en sus manos, confía plenamente en Él, y Él actuará en tu favor;” 

Salmos 37:5 (Traducción en lenguaje actual)

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