A pesar que teóricamente sabemos que cuando Dios promete, cumple, a la hora de la práctica y al ver todo lo contrario a lo que quisiéramos ver, llegamos a pensar que Dios no cumplirá con su promesa.
Durante años espere una promesa personal que Dios hizo a mi vida. Desde el momento que puso en mi corazón esa promesa la tomé como cierta, la esperaba con muchos deseos, quería ver cumplida su promesa, pero de pronto las puertas se comenzaron a cerrar, todo se comenzó a nublar, todas las áreas de mi vida comenzaron a desestabilizarse, y de pronto comencé a creer que iba a ser difícil que Dios cumpliera lo prometido.
Mi ojos estaban viendo totalmente lo contrario a lo prometido, ver que las puertas se cierran y que los planes que tenías se vienen abajo, es razón suficiente para creer humanamente que nada de lo que en su día creíste podría pasar o se podría cumplir.
Sin embargo, aunque nuestras ideas, pensamientos y planes se rehúsen a creer que algo bueno puede pasar o que esa promesa de Dios se cumplirá, a pesar de todo lo negativo que podamos pensar, cuando DIOS PROMETE ALGO, ÉL LO CUMPLIRÁ.
Seré sincero al decir que en muchas ocasiones dudé que Dios podría cumplir sus planes sobre mi vida. Cuando veía que las puertas se cerraban o que mis planes se venían abajo en lo menos que pensaba era en que Dios cumpliría; al contrario, en algún momento llegué a pensar que Dios se había olvidado de mí y de lo que me había prometido.
Sinceramente todo a mi alrededor me hacía creer y pensar que nada pasaría, que era el fin, que todo había terminado, sin embargo, la ultima palabra no la tengo yo, y aunque mis pensamientos quieran desestabilizar mi fe, DIOS PUEDE SORPRENDERNOS Y HACER AQUELLO QUE PARA NOSOTROS ERA YA IMPOSIBLE DE OCURRIR.
Hoy en día Dios está cumpliendo su promesa sobre mi vida, Él me dijo: “Serás de bendición para las naciones”, yo lo creí como cual niño a su padre; en algunos episodios al ver que todo se me venía abajo, dudé que su promesa se cumpliera, en otras ocasiones al evaluar que no era lo suficientemente bueno para que Dios me usara, también me autoexcluí, pero ¡Gloria a Él!, que no tiene el mismo concepto de mi que el que yo tengo, ¡Gloria a Él!, que a pesar de mi duda, Él iba a cumplir con lo prometido.
Hoy quiero animarte a confiar, a pesar de cualquier circunstancia, en que DIOS CUMPLIRÁ CON LO PROMETIDO.
No sé cual sea la promesa que Dios te dio, quizá sea la conversión de tus familiares o seres queridos, quizá sea el de un Ministerio muy bendecido, quizá sea en lo laboral o académico, pueda que sea en lo sentimental, o hasta en lo material; no sé cuál promesa sea específicamente, pero SI ÉL LO PROMETIÓ entonces debes estar totalmente seguro que CUMPLIRÁ.
Quizá en este momento parezca que Dios no va a cumplir con lo prometido, porque te sientes solo, desanimado, sin fuerzas para seguir, con muy poca fe, miras como tus planes se vinieron abajo, como tu vida va rumbo al precipicio y todo lo que hay a tu alrededor te hace pensar que aquella promesa que un día recibiste NO SE CUMPLIRÁ.
Hoy quiero recordarte lo que dice la Palabra de Dios, y mas allá de lo que tu mente crea o tus pensamientos te quieran llevar a pensar, tienes que saber que:
“Dios no es hombre para que mienta,
Ni hijo de hombre para que se arrepienta.
Él dijo, ¿y no lo hará?
Habló, ¿y no lo ejecutará?”
Números 23:19 (Reina-Valera 1960)
No permitas que la duda te robe la satisfacción de ver cumplida esa promesa; no permitas que la duda te lleve a la ruina total; a pensar de no ver, ¡SIGUE CREYENDO! Porque Dios cumplirá, Él no mentirá, sólo confía un poco más y espera pacientemente, porque sin duda Él actuará.
Quizá te parezca que Dios no cumplirá, pero no es lo que a ti te parezca o no, sino lo que Él ya dijo y cuando Él dice, SIMPLEMENTE CUMPLE.
“Además, yo estoy contigo y te protegeré dondequiera que vayas. Llegará el día en que te traeré de regreso a esta tierra. No te dejaré hasta que haya terminado de darte todo lo que te he prometido”.
Génesis 28:15 (Nueva Traducción Viviente)
¡Dios va a cumplir, no dejes de confiar!
Enrique Monterroza
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