Creo que si juzgáramos nuestra vida bajo este concepto sentiríamos que ha habido muchas cosas “poco justas” en ella. Tal vez alguien en quien confiábamos nos falló, o dedicamos demasiado tiempo en un proyecto que finalmente no prosperó, etc. Estos “fracasos” pueden hacernos pensar que la vida ha sido poco justa con nosotros, y que no ha retribuido como querríamos nuestra entrega tan abnegada. Aún así me incomoda tratar el tema de “justicia” con mucha ligereza. Y no porque crea o no en ella, sino porque me cuesta creer que mi naturaleza humana pueda definir qué es lo justo y qué no.
Si pienso en la condición de miles de niños sin padres, producto de las guerras en los países del medio oriente, me parece que es injusto, porque ellos no tuvieron la posibilidad de escoger dónde nacer; pero si ese mismo concepto lo aplico para pensar en si el sueldo que gano es justo o no con respecto a mi trabajo, no sé si es aplicable o tiene la misma fuerza.