jueves, 20 de marzo de 2014

¿Qué es el Apocalipsis? - Biblia

La palabra “Apocalipsis” viene de la palabra griega “apocalupsis” que significa “revelar, desvelar, quitar la cubierta.” El libro de Apocalipsis a veces es llamado “El Apocalipsis de Juan”, porque es Dios quien revela el final de los tiempos al apóstol Juan. Es más, la palabra griega para Apocalipsis es la primera palabra en el texto griego del libro de Apocalipsis. La frase “literatura apocalíptica” es usada para describir el uso de símbolos, imágenes y números para representar eventos futuros. Fuera del Apocalipsis, los ejemplos que tenemos de literatura apocalíptica en la Biblia, son Daniel capítulos 7–12, Isaías capítulos 24–27, Ezequiel capítulos 37–41, y Zacarías capítulos 9–12.

¿Por qué fue escrita la literatura apocalíptica con tales imágenes y simbolismos? Los libros apocalípticos fueron escritos, cuando era más prudente disfrazar el mensaje con imágenes y simbolismos, que dar un mensaje en un lenguaje claro. Más aún, el simbolismo creó un elemento de misterio acerca de los detalles del tiempo y el lugar. Sin embargo, el propósito de tales simbolismos no era causar confusión, sino más bien instruir y animar a los seguidores de Dios en tiempos difíciles.

Quiero hablar con Libertad

“Cuando vinieron a él, les dijo: Vosotros sabéis cómo me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que entré en Asia”  Hechos 20:18
Muchas veces quiero hablar y no puedo porque no tengo la suficiente decisión, por falta de libertad para hacerlo. Y no es que alguien me lo haya prohibido, sino que mis hechos pasados me impiden hablar; porque las palabras no son lo más importante de la vida, sino la vida en sí misma.
He bajado mis ojos al suelo, he dado media vuelta sin decir una palabra y me he marchado un tanto avergonzado, porque he perdido la libertad de hablar por mi libertinaje. Pero no quiero perder esa libertad otra vez. Quiero comenzar de nuevo, esta vez por la gracia y el poder de quien todo lo puede, El Señor.
Quiero vivir de manera, que mis hechos se conviertan en el más poderoso mensaje que pueda expresar. Quiero decir lo que Pablo dijo con firmeza, porque no perdió la libertad de hablar. Dijo: “Vosotros sabéis cómo me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que entré en Asia”.
Sí, quiero poder decirlo todo el día en casa, en mi trabajo, con mis amigos o con mis vecinos. Quiero decir "vosotros sabéis cómo me he comportado…. No cómo he hablado..No cómo he aparentado, sino cómo me he comportado, porque lo más importante es el vivir y no solamente el hablar. Pablo dijo: Como me he comportado todo el tiempo.
Esa, su Palabra, me confronta... siempre. No ocasionalmente, no de vez en cuando, sino todo el tiempo. ¡Cuántas veces me he propuesto algo pero sólo he logrado un poco de tiempo y nada más!, pero la consistencia en la vida se demuestra en todo tiempo. Y Pablo termina diciendo... desde el primer día que entré a Asia.
¡Qué importante es mantenerme desde el primer día!

La cabra y el asno - Reflexiones

Una cabra y un asno comían al mismo tiempo en un establo.
La cabra empezó a envidiar al asno porque creía que él estaba mejor alimentado, y le dijo: “Entre la noria para el pozo y la carga, tu vida es un tormento inacabable. Finge un ataque y déjate caer en el foso para que te den unas vacaciones”.
Tomó el asno el consejo, y dejándose caer se lastimó todo el cuerpo. Viéndolo el amo, llamó al veterinario y le pidió un remedio para el pobre asno. El curandero le prescribió que necesitaba una infusión del pulmón de una cabra, pues era muy efectiva para devolver el vigor. Para ello degollaron a la cabra y así curar al asno.
En cualquier plan de maldad, la víctima principal siempre es su propio creador.
-Fábula de Esopo- 

Dios nos creó para ser de bendición a los demás durante nuestro recorrido a este lado del cielo, y cuando optamos por tomar ventaja egoísta de los demás, somos nosotros mismos, al contravenir los propósitos de nuestro Creador y Salvador, quienes nos vemos afectados por nuestras acciones. Aunque la generosidad que mostremos a los demás nos regresa multiplicada por parte de Dios, también toda maldad que hagamos nos será devuelta. Escojamos hoy lo mejor: bendecir en abundancia a quienes Dios ha colocado a nuestro alrededor.
Porque ¿de qué le aprovechará al hombre ganar todo el mundo, si pierde su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Marcos 8:36-37

A eso




A eso de caer y volver a levantarte,
de fracasar y volver a comenzar,
de seguir un camino y tener que torcerlo,
de encontrar el dolor y tener que afrontarlo.
A eso..., no le llames adversidad, llámale
Sabiduría

A eso de sentir la mano de Dios y saberte impotente,
de fijarte una meta y tener que seguir otra,
de huir de una prueba y tener que encararla,
de planear un vuelo y tener que recortarlo,
de aspirar y no poder,
de querer y no saber,
de avanzar y no llegar.
A eso..., no le llames castigo, llámale
Enseñanza

A eso de pasar juntos días radiantes,
días felices y días tristes,
días de soledad y días de compañía.
A eso..., no le llames rutina, llámale
Experiencia

A eso de que tus ojos miren y tus oídos oigan,
 tu cerebro funcione y tus manos trabajen,
 tu alma irradie, tu sensibilidad sienta, y tu corazón ame.
A eso..., no le llames poder humano, llámale
Milagro Divino

A eso de que tus ojos estén leyendo este escrito 
y que tengas tiempo para disfrutarlo, 
que escuches una melodía 
y tengas la sensación de que el corazón se ensancha…
A eso..., no le llames casualidad, llámale
AMOR DE DIOS

DIOS llega a donde quiere llegar y  como sabe que
necesitas escritos como este, Él te lo hizo llegar a través de mí.

Nunca dudes de que DIOS siempre te hará llegar
lo que realmente necesitas.
 

“Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa? Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta.
¿No valen ustedes mucho más que ellas?
¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?”  Mateo 6:25-27


Bendiciones 

Fdo. M. Gayo                                          

¿Hacia dónde voy? - Crecimiento personal-espiritual

Cualquier momento es bueno para hacernos esta pregunta. 
Probablemente anden rondando por su cabeza propósitos y metas para mejorar su vida, tal vez algunas “recicladas” de tiempos pasados, y otras que surgen ante nuevas situaciones de la vida... Pues he aquí algunas pautas que pueden ayudarle en la búsqueda del camino de alcanzar sus metas y con ello, conseguir una mejor calidad de vida en paz y armonía, primero con usted mismo y luego con quienes le rodean.
1-    Trabaje en conocerse.
El principal problema de muchas personas es que no tienen ni idea de qué quieren en la vida, que se mueven al ritmo de los demás. Son expertos/as en complacer siempre a los demás sin importar lo que ellos mismos demandan
. Pueden colapsarse ante la sencilla pregunta de ¿qué quiere?, porque les resulta más habitual andar detrás de los demás, tratando de adivinar la mejor forma de complacerles. De alguna manera, este puede ser un mecanismo de escape, porque si uno no se siente satisfecho(a) consigo mismo, la mejor manera de olvidarse de todo es fijarse en los demás para no tener que verse a sí mismo. Esto funcionará siempre, si uno no se siente feliz… aunque la verdad es que, este tipo de conducta siempre nos va a generar sentimientos de tristeza.
Trabaja en conocerte. Haz viajes mentales en los que tengas la libertad de pensar qué es lo que anhelas y a dónde deseas ir. Recuerda que soñar no cuesta nada, y no estás en la obligación de compartir ni tus sueños, ni tus pensamientos. Visualízate disfrutando de los beneficios de ser lo que quieres ser, como por ejemplo, escribir tus sueños. No tienes que hacer una obra colosal, tan sólo darte el permiso de pensar qué deseas en tu vida.
2-    Trabaje en mejorar la comunicación con quienes le rodean.
Este propósito puede requerir mucha valentía, pero a la larga le traerá enormes sentimientos de felicidad.
Hay 
personas que viven vidas paralelas porque no saben cómo comunicarse con sus parejas, o con sus hijos/as, familiares, compañeros de trabajo, jefes, etc; entonces, como un escape, empiezan a fantasear interiormente, para sí mismos… “si le hubiera dicho….”. En esta fantasía reviven situaciones que pasaron en su vida real, y entonces consiguen actuar de una forma que realmente jamás se atreverían.
Otros se escudan detrás de frases como “mejor que no le dije nada, porque puede que si le hubiera dicho algo no me habría controlado”, “me callé para evitar más problemas”. Una amiga vivía una situación de violencia pasivo-agresiva con su familia. En algún momento le hice la comparación con ese tipo de novelas populares que son dramas vengativos, que sólo andan buscando maneras de hacer daño. Así era su familia. Sus historias no dejaban de impresionarme, pero con el tiempo me empezó a asombrar más su reacción a ellas; siempre era la misma: PASIVA. – ¿Y qué hiciste?  – Nada. La verdad es, que es mejor no tener más problemas… – ¿Y qué hiciste?  – Nada. Las ignoré…. – ¿Y qué hiciste?  – Nada, me hice la loca…. Así era siempre su reacción.
Pero no podemos andar por la vida permitiendo que los demás nos utilicen. Es importante que usted trabaje en desarrollar la capacidad de comunicar lo que siente o necesita. Comunique sus necesidades. Esta práctica no es fácil, porque a muchas personas no les gusta recibir sus pretensiones o respuestas, sean estas afirmativas o negativas, pero a la larga se acostumbran y se empiezan a amoldar a sus demandas. Todo depende de usted.