Cuando en la tierra no había nada, Dios creó todo.
PRINCIPIO DE TODAS LAS COSAS
Génesis 1:1 La creación del mundo.
Cuando Dios comenzó a crear el cielo y la tierra, 2 la tierra no tenía forma, ni había en ella nada que tuviera vida. Las aguas estaban cubiertas por una gran oscuridad, pero sobre la superficie del agua se movía el espíritu de Dios. Dios empezó de cero, formando la tierra y todo lo que en ella hay, pero Tú y Yo ya existíamos.
Génesis 1:26 Al ver Dios tal belleza, dijo: Hagamos ahora al ser humano tal y como somos nosotros. Que domine a los peces del mar y a las aves del cielo, a todos los animales de la tierra, y a todos los reptiles e insectos. 27 Fue así como Dios creó al ser humano tal y como es Dios. Lo creó a su semejanza. Creó al hombre y a la mujer. Nosotros los seres humanos hombres y mujeres fuimos creados a imagen de Dios, pero cuando el hombre pecó, desobedeció y desagradó a Dios, Dios dijo: Dios se enoja con la gente.
Génesis 6:5 En este mundo, la maldad de hombres y mujeres iba en aumento. Siempre estaban pensando en hacer lo malo, y solo lo malo. Cuando Dios vio tanta maldad en ellos, 6 se puso muy triste de haberlos hecho, y lamentó haberlos puesto en la tierra. 7 Por eso dijo: ¡Voy a borrar de este mundo a la humanidad que he creado! ¡Voy a acabar con toda la gente y con todos los animales! ¡Estoy muy triste de haberlos hecho!
Y vino el diluvio y toda creación fue raída de toda la tierra pero hubo un solo hombre y su familia que se salvaron: Génesis 6:9 Noé siempre obedeció a Dios. Entre la gente de su tiempo no había nadie más bueno ni honrado que él. Dios ve el corazón del hombre y le conoce a la perfección. De todo ser viviente solo uno fue hallado justo ante los ojos de Dios y alcanzó la misericordia del Padre y Dios Todopoderoso.
Génesis 6:13 Por eso le dijo a Noé: Voy a acabar con todos los seres vivientes de este mundo, y dejaré la tierra inhabitable porque está llena de violencia. Realmente Dios se arrepintió de haber creado al hombre, y estaba tan enojado que decidió terminar con todo ser viviente pero encontró uno que era diferente, y por este único hombre tuvo Dios misericordia de él y de toda la humanidad porque dejó descendientes para empezar de nuevo, y no solo eso sino que hizo un pacto con el hombre. Igual hoy en día Él nos ofrece salvación y vida eterna.
Génesis 6:18 Sin embargo, voy a hacer un trato contigo. Tú, tus hijos, tu esposa y tus nueras entrarán en la casa flotante. Hoy este pacto ha sido renovado por medio de Jesucristo el hijo de Dios; hoy tienes la oportunidad de entrar y apartar un lugar para ti. Es hora de que tú, tu esposa y tus hijos entren en la casa de Dios, en la casa de salvación.
Los seres vivientes descendieron de la casa flotante y sucedió que el hombre volvió a corromperse, y una vez más Dios tuvo que intervenir.
Génesis 11:3-4 así que se dijeron los unos a los otros: Construyamos una ciudad con una torre que llegue hasta el cielo. Nos haremos famosos y no acabaremos dispersándonos por todo el mundo. El hombre una vez más pretendía llegar al cielo y ser como Dios, por eso Dios confundió sus lenguas y los dispersó por todo el mundo.
Pero Dios ya tenía planes para salvar a este mundo y sus generaciones.
Génesis 12:1 Dios llama a Abram. Dios le dijo a Abram: Deja a tu pueblo y a tus familiares, y vete al lugar que te voy a mostrar. 2 Con tus descendientes formaré una gran nación. Voy a bendecirte y hacerte famoso, y serás de bendición para otros. 3 Bendeciré a los que te bendigan, y maldeciré a los que te maldigan. Gracias a ti, bendeciré a todas las naciones del mundo.
Dios nos ha llamado a ser de bendición a otros; honremos el nombre de Dios. Pero bien sabemos que el mundo se corrompió, se perdió y volvió a hacer lo malo. Durante muchos años Dios envió profetas, gente diferente que honraba a Dios con todo su corazón. Hoy en día Dios busca esa misma clase de personas, personas que quieran ser la diferencia, que quieran ser de verdad un pueblo diferente que honre a Dios con todo su corazón.
Pero, volviendo a aquel entonces, resulta que el pueblo no hizo caso, hizo oídos sordos encarcelando a algunos, golpeando a otros y matando a otros más; deshonraron nuevamente a Dios y pecaron contra Él. Pero Dios ya tenía resuelto todo; un plan “B” como dicen algunos; el mejor de todos los planes, enviar a su propio hijo.
Juan 1:10 En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por medio de él, y el mundo no lo conoció. 11 A lo suyo vino; y los suyos no lo recibieron. Jesucristo vino al mundo a través de una virgen llamada María, sierva del Señor. Se presentó ante el pueblo y el pueblo no lo recibió, lo negaron; al igual que a los profetas, no le escucharon. Pero: Juan 1:12 Mas a todos cuantos lo recibieron, a saber, a los que creen en su nombre, les ha dado el privilegio de ser hechos hijos de Dios. Jesucristo, al reconciliarnos con Dios, nos dio el privilegio de llegar a ser hijos de Dios. ¿Tú ya eres hijo de Dios?
¿Por qué Jesucristo vino a este mundo? ¡Por amor! Por amor a ti y a mí y a todo el mundo:
Juan 3:16 Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios nos dio una gran lección, Él mismo siendo Dios; nos amó tal y como somos, no como nosotros que no aceptamos muchas veces a nuestros hermanos. Él, ofreciendo a su hijo para que Este pagara nuestras faltas con su vida, ¿crees esto? Porque Jesucristo no vino a este mundo a destruirlo sino a salvarlo. Juan 3:17
Juan 3:17 Porque Dios no me envió a este mundo para condenar a la gente, sino para salvarla. Este es el plan “B” de Dios, el plan perfecto, plan que los profetas no lo lograron; pero Dios envío a uno mayor que los profetas, a su mismo hijo, su único y amado hijo.
Juan 3:18 El que cree en mí, que soy el Hijo de Dios, no será condenado por Dios. Pero el que no cree ya ha sido condenado, precisamente por no haber creído en el Hijo único de Dios. Jesucristo vino a esta tierra y ofrendó su vida para que todos nosotros pudiéramos tener vida, y vida eterna. Y la única condición es que creas en Él, que lo reconozcas como el hijo de Dios, que lo aceptes para que Él entre a morar en tu corazón, guíe tu vida y la trasforme para prepararte al encuentro con su Padre y nuestro Padre; nuestro buen Dios. Jesucristo lo prometió y cumplirá su promesa dada a nuestra vida, para gloria de su nombre santo y gloria del Padre que lo envió.
Juan 11:25 A esto Jesús respondió: Yo soy el que da la vida y el que hace que los muertos vuelvan a vivir. Quien pone su confianza en mí, aunque muera, vivirá. 26 Los que todavía viven y confían en mí, nunca morirán para siempre. ¿Crees esto? Gloria a Dios Padre por su infinito amor, Gloria a Jesucristo por tomar mi lugar y gloria al Espíritu Santo por ayudarme cada día de mi vida. De todos los profetas antiguos y actuales (buda, Mahoma y otros más), incluyendo los llamados santos, ninguno ha hecho una promesa como la que nos Dios Jesucristo; que viviremos con Él eternamente, y que si morimos en esta tierra, Él nos resucitará en el día postrero.
Los israelitas no creyeron en Jesucristo y pensaron en matarlo. Según ellos, iban a deshacerse de Él para terminar con todo esto, pero solo lograron hacer la voluntad de Dios. En vez de destruir los planes perfectos de Dios, cumplieron todo lo escrito por los profetas. Dios cumplió al decir que enviaría a su renuevo, al mesías salvador, a Jesucristo.
Juan 11:49 Pero Caifás, que ese año era el jefe de los sacerdotes, les dijo: Ustedes sí que son tontos. 50 ¿No se dan cuenta? Es mejor que muera un solo hombre por el pueblo, y no que sea destruida toda la nación. 51 Caifás no dijo esto por su propia cuenta, sino que Dios se lo hizo saber porque era el jefe de los sacerdotes. 52 En realidad, Jesús no iba a morir para salvar solo a los judíos, sino también para reunir a todos los hijos de Dios que hay en el mundo. Amén. ¡Gloria a Dios!, ¡Gloria a Dios! ¡Bendito mi Padre Santo! Jesús murió por ti y por mí, trayendo salvación y vida eterna a nuestras vidas. Todos tenemos acceso al Padre a través de Él, todos, no solo los israelitas.
Y Jesucristo fue a la cruz y murió, y al tercer día resucitó y subió al cielo y está sentado a la diestra del padre.
Hechos 7:55 Pero como Esteban tenía el poder del Espíritu Santo, miró al cielo y vio a Dios en todo su poder. Al lado derecho de Dios estaba Jesús, de pie. 56 Entonces Esteban dijo: Veo el cielo abierto. Y veo también a Jesús, el Hijo del hombre, de pie en el lugar de honor. Esteban, antes de morir, dio testimonio de lo que Jesús había dicho que subiría de nuevo al Padre y que estaría junto a Él, ¡Gloria a Dios! Porque nos ofrece llamarnos hijos, nos ofrece la salvación de nuestras vidas, nos ofrece vida y vida eterna junto a Él, nos ofrece reinar junto con Él eternamente. ¿Lo crees? Yo sí lo creo; bendito mi Padre y Dios que me salvó y me rescató de la vida de muerte que llevaba, y me pasó a una de vida y vida eterna.
Hechos 16:30 luego sacó de la cárcel a los dos y les preguntó: Señores, ¿qué tengo que hacer para salvarme? 31 Ellos le respondieron: Cree en el Señor Jesús, y tú y tu familia se salvarán. Hoy la promesa de Dios dada a Noé está vigente, solo que ahora Jesucristo es el camino, la verdad y la vida. Solo por Él llegaremos al padre. La promesa es firme y eterna; buscad a Dios mientras pueda ser hallado. Hoy es el día que Dios te dice: Cree en mi hijo amado, en mi promesa; el trato que haré contigo es el siguiente: Cree en el Señor Jesús, y tú y tu familia se salvarán.
Padre mío, Padre bueno y amoroso, en el nombre de tu hijo amado Jesucristo te suplico: envía tu Espíritu Santo a todos aquellos que lean este mensaje y puedan encontrar la salvación y la vida eterna, bendice sus vidas y ayúdales a tener un encuentro personal contigo, que puedan llegar a conocerte y agradarte en el nombre de Jesús, amén.
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