jueves, 24 de octubre de 2019

La gracia de Dios en un Salmo de La Biblia

Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. (Salmo 23:4).



www.salvosporgracia.comEl valle de sombra de muerte es interpretado (por muchos eruditos) como la muerte física; pero el apóstol Pablo dijo: ¿Dónde está, muerte, tu aguijón? ¿Dónde, sepulcro, tu victoria?, porque el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la Ley. Pero gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. (1 Corintios 15:55-57). 
Sabemos que El Buen Pastor nos protege de la muerte todos los días de nuestra vida. Si nosotros amanecemos es sencillamente porque Dios nos regala su bondad y su misericordia, las cuales son “nuevas cada mañana y grande es su fidelidad.” (Lamentaciones 3:22-23).
El valle de sombra de muerte también pueden ser los tormentos que tenemos en este mundo de dolor y lágrimas: el divorcio, la muerte de los seres queridos, los accidentes, las enfermedades, la falta de empleo, las familias divididas, los hijos descarriados del Evangelio, etc. Se puede hacer una lista muy larga de las tribulaciones que pude ofrecernos este mundo de caos y alejado De Dios
El valle de sombra de muerte puede denotar la aflicción más grave y terrible que pueda afrontar cualquier creyente. 
“Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas lo librará Jehová”. (Salmo 34:19). 
Mas librar no significa que no tengamos que afrontarlas o pasar por ellas; aunque en medio de cualquiera de estas angustias el Pastor de los pastores,“en lugares de delicados pastos nos hará descansar; junto a aguas de reposo nos pastoreará. Confortará nuestras almas; y nos guiará por sendas de justicia por amor de su nombre”. Salmo 23; 2-3
www.salvosporgracia.com¡La iniciativa de Dios está ahí siempre! Dios es quien me hará descansar, Él es quien me pastoreará, confortará mi alma y me guiará. Todo lo sigue haciendo Dios, quien es el Pastor de los pastores para mí, pues soy la oveja descarriada del redil del Buen Pastor.
“No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento”. (Salmo 23:4).
No importa cuán descarriada esté la oveja, que ella no tendrá temor alguno porque el Pastor de los pastores promete estar allí, con ella.

La gracia irresistible e insondable de Dios nos muestra por toda la Biblia, que la oveja descarriada tiene un Pastor que estará con ella en el valle de sombra y de muerte. ¡Maravilloso!, el hijo desobediente, rebelde y malgastador sabía que tenía un Padre que lo esperaba con los brazos abiertos.
Es Dios quien te mete en el redil y es Dios quien te hace su hijo. Dijo Cristo: Un hombre tenía dos hijos. (Lucas 15:11).


No importa cuán perdida esté la oveja o el hijo, ya que es la gracia de Dios la que cuenta, y es la que comienza y termina siempre su obra. (Filipenses 1:6).
​Preocupan tantas y tantas ovejas del redil que afanadas y turbadas van en busca de un "pastor". Las ves de iglesia en iglesia, y de ministerio en ministerio buscando ese anhelado "pastor" porque no saben alimentarse del Buen Pastor, de aquel que es el Pastor de todos los pastores.
Mas el cristiano que ha atravesado por la disciplina del Señor, aprende con los años a estar conectado con Jesús, el Pastor Divino. A tomar del agua que salta para Vida Eterna y a no tener sed, aprende en el valle de sombra a comer del Pan de Vida y a no tener más hambre. 
Si consideras que eres una oveja descarriada, no importa en qué despeñadero estés, no importa lo lejos que te hayas ido. El Pastor de los pastores está ahí y quiere tomar Su vara y Su cayado para infundirte el aliento de Dios y no precisamente para darte palos.
Y ¿Qué es el aliento de Dios?

Recordemos en el huerto del Edén cuando Dios crea Adán y dice: “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, sopló en su nariz aliento de vida y fue el hombre un ser viviente”. (Génesis 2:7).
Este Salmo 23 enseña a los creyentes a confiar y descansar en la gracia, bondad y misericordia de Dios, porque es la gracia de Dios la fuerza y el motor impulsor de todo cristiano. Esta gracia seguirá con nosotros todos los días de nuestra vida y en la casa de Jehová nos hará morar por largos días.
Porque la vara y el cayado del Pastor no serán usadas más para condenación sino para infundir aliento, vida, gozo, paz y perdón:
 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús.

Romanos 8:1

Jesús, El Buen Pastor,

quiere auxiliar a todas sus ovejas, por desobedientes, aventureras o descarriadas que estén.

 

Dios está esperando tu regreso al redil. Él quiere abrazarte y hacer una gran fiesta contigo.


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