“Me guiará por sendas de justicia por amor de Su Nombre”. Salmo 23
Caminaba con mi mascota en un día alegre y lleno de color. Mi perro parecía entender mi alegría matutina y se unía en un armonioso dueto conmigo, mientras saltaba moviendo su cola. Yo sabía adonde me dirigía, pero mi perro tenía su propio destino.
Con mucha frecuencia quería tomar su propio sendero, pero la cuerda que lo sujetaba a mi mano lo detenía. Cada vez que su cuello sentía el correaje impidiendo su propio destino, era como una orden silenciosa que le advertía que su amo tenía un propósito. Ese día reflexioné mientras miraba a mi perro, que Dios me guía con propósito a pesar de mis desatinadas andanzas errantes.
Guiar en el Salmo 23, viene de la palabra hebrea "Nachaw" la cual significa: Gobernar y llevar en dirección... Dios me gobierna hoy, y en su gobierno me lleva con dirección determinada. Es por Sendas de Justicia.
Senderos de justicia. Senderos implica: pista, curso. Y justicia: Lo que es correcto, normal, en victoria, prosperidad. Eso determina el propósito. Dios es Dios de Propósito.
Propósito es indicativo de que una persona sabe a dónde va y por qué hace lo que hace. Dios es Dios de propósito. No solo me guía… sino que me guía por senderos de justicia. Dios no inventa caminos… Él tiene caminos. “Mostró a Moisés sus caminos”.
Y esto lo hace por amor a su Nombre. Su Nombre es sobre todo nombre. A su Nombre implica: Su reputación, Su fama, Su Gloria. El endoso de su dirección es Su Nombre. La reputación de Él dice que nunca ha abandonado a nadie. El respaldo que da, a dónde y cómo me lleva es la calidad de su Nombre. Hoy, Dios me guiará con su propósito.
Señor, Gracias porque no me dejas solo en el largo camino de la vida. Tu propósito es claro y definido. Tu nombre es mi respaldo y en eso descansaré, y decido hoy caminar a tu lado de acuerdo a tu propósito. Amén.
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