Don Nicolás, buenos días, he venido porque mi mamá me dijo que le hiciera una pregunta que me tiene preocupado.
Buenos días jovencito, en ¿qué te puedo ayudar? ¿Cuál es esa pregunta que te tiene pensando?
Sí, siempre me he preguntado, ¿qué hay después de que una persona sale de este mundo?
Ah, mira qué interesante e importante tu pregunta. Bueno, antes de contestarte, respóndeme, ¿por qué deseas saber eso?
Al pequeño..., se le pusieron los ojos vidriosos y expresó: es que mi abuelita siempre me decía que era mejor partir para allá que estar aquí, porque decía que era mejor estar con Cristo.
¡Ah!, mira qué bien que me lo dices. Sí, creo con seguridad que ella tenía razón.
Sí, don Nicolás, pero explíqueme, ¿qué es eso?
¿Tu mamá no te lo ha explicado?
Sí, más o menos..., me dijo que era necesario ser un buen niño para ir a ese lugar.
¡Ajá!, te entiendo hijo. Bueno, seré muy sincero contigo; yo por mí mismo tampoco lo sabía, pero también busqué como tú y encontré un tesoro que me ha llenado toda mi existencia.
¿Un tesoro, don Nicolás? ¿Hay tesoros de los piratas todavía?
No hijo, no me refiero a esos tesoros humanos que todos andan buscando tener. Esos “tesoros” que la gente busca se disipan rápido y son como la niebla.
En ese momento el anciano se levantó de su silla, le hizo una señal de espera al pequeño y se dirigió a una pequeña sala, de donde tomó un libro, lo trajo y se volvió a sentar.
Mira hijo; éste es el libro de la sabiduría, del tiempo y de las edades. Aquí está todo lo que necesita saber una persona. Pero no te voy a robar mucho tiempo, te leeré solo algo muy importante; aquí dice en Juan 10:9 “Yo soy la puerta; el que por mí entre será salvo; entrará, y saldrá, y hallará pastos.”
¡Mira este pasaje en especial!; Jesús, mi señor y Salvador, está diciendo que Él es una puerta. Es como si entraras a través de Él, y eso te salva. Al entrar, Él garantiza que sales al otro lado de la puerta y ves de inmediato los pastos verdes.
Pero don Nicolás, ¿y esos pastos?
Bueno, esos pastos son un simbolismo de lo que hay al pasar la puerta. Pero lo importante es pasar a través de esa puerta única; es como una puerta puesta en el tiempo y toda persona que cree en Jesús, por su sacrificio hecho por nosotros, es salvado, pues Él nos rescató. Ahora te quiero mostrar este otro pasaje y quiero que tú lo leas.
Sí, está bien, yo ya sé leer. Aprendí cuando estaba en segundo grado, ahora estoy en quinto. Sí, aquí dice: “Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento.” Salmos 23:1-4
¡Bueno!, lees muy bien hijito. Aquí están los pastos de nuevo, son pastos muy hermosos. Cuando dice delicados, es porque son pastos que no producen picazón. Son pastos muy frágiles que producen paz y contentamiento. Lo bonito es que allí dice algo más, que esos pastos solo son para poder descansar porque estás yendo a un palacio y vas con el pastor de los pastores, guiado por Él a esa ciudad santa celestial; ciudad que no se logra ver y llegar si no es a través de ese gran Pastor: Jesús.
Don Nicolás, qué bonito es eso que está diciendo.
Pues hijo, eso es algo más que bonito, es algo muy real, pero ese lugar está tan escondido que los sabios no pueden llegar a ese lugar fácilmente.
¿No pueden llegar los sabios? No lo entiendo, porque si son tan sabios, ¿cómo es que no pueden llegar si allí dice que es pasando por esa única puerta?
Exacto hijo, diste en la clave, has dicho algo que ni aún los adultos lo pueden entender, que es una sola puerta, no hay dos. Hay un solo camino a seguir, y ese camino está muy escondido de los ojos que tenemos, y solo se encuentra al llegar a creer de verdad en Jesús como el evangelio viviente. Son buenas noticias que traen paz al alma y nos transportan más allá de la muerte.
¿Entonces los pastos son importantes, don Nicolás?
Pues sí hijo; son parte de la visión espectacular que se comienza a ver desde que pasamos esta puerta que es Jesús. Él es nuestro pastor y nada nos va a faltar, Él nos va a sustentar desde este lado y al llevarnos al otro lado de la puerta estará con nosotros para siempre.
Qué bonito todo eso Don Nicolás. Ahora entiendo todo y por eso con mi abuela hice esa decisión. Ella ya se adelantó y ahora está gozándose en ese bello lugar.
Bueno hijo, gracias por preguntar estas cosas valiosas, ese tesoro escondido que tú también has encontrado.
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