lunes, 15 de abril de 2019

La Parábola del Sembrador

El mensaje de la parábola del sembrador es uno de los más populares que hay en la Biblia. Es con el que el Señor Jesús narra una historia simbólica para enseñar las verdades espirituales del evangelio. 
Resultado de imagen de Parábola del SembradorEn el mensaje de la parábola del Sembrador, el Señor nos enseña cómo la semilla de la palabra al ser plantada en el corazón del hombre, tiene efectos diferentes en muchas personas. Lo relevante de esta parábola, es cómo enfatiza más en los cuatro tipos de terrenos. Cada terreno simboliza el corazón del hombre en quien fue sembrada la palabra.
También vemos que, Jesús al predicar, fueron muchas personas las que oyeron la palabra. Por lo cual, es similar a hoy en día, cuando el mensaje de salvación es también predicado en el mundo entero desde hace más de 2000 años. Sin embargo, en cada persona hay una reacción distinta, y el Señor Jesús da una interpretación explicando los 4 diferentes tipos de suelos (corazones), donde fue sembrada la palabra y hace referencia aquellos que la oyen.

Explicación de la Parábola del Sembrador

Los 4 tipos de terrenos

  • Los de junto al camino.
  • En pedregales.
  • Entre espinos.
  • En buena tierra.
Los oidores de junto al camino
“Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron” (Mateo 13:4).
Explicación dada por Jesús: Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Esta es la semilla que fue sembrada junto al camino” (Mateo 13:19).
Esto nos explica que, al igual que al lanzar una semilla en el pavimento, este tipo de personas tienen el corazón endurecido, tanto que la palabra no halla lugar en ellos. También, al igual que muchas veces vemos como las aves bajan a comer las semillas que se encuentran en la superficie del pavimento o de las plazas, de la misma manera el maligno arrebata la palabra que fue sembrada en ellos.
Por este motivo, una de las muchas referencias que hallamos en la palabra, es que cada vez que los fariseos escuchaban al Señor, su religión y sus tradiciones impedían y chocaban con la doctrina de Cristo. De igual manera ocurre hoy en día cuando muchos no aceptan la palabra del Señor, colocando su religión por encima de Dios. Por lo cual, el corazón de estas personas estaba endurecido y la Biblia lo menciona cuando Esteban dijo: “¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo” (Hechos 7:51).
Los oyentes de la tierra pedregosa

“Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó” (Mateo 13:5-6).
Explicación dada por Jesús: “Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza” (Mateo 13:20-21).
Este tipo de personas, descritas en las escrituras, son de corazón poco profundo, al igual que una roca con una fina capa de tierra encima. Por lo tanto, no puede echar raíz, ya que solo ha ocurrido, en ellos, un gozo emocional momentáneo, pero no un arrepentimiento verdadero. Pues primeramente, cuando se realiza la obra redentora de Cristo en nuestras vidas, lo que se produce en nosotros es contrición, arrepentimiento y humildad, no un gozo efímero y pasajero.
Además, la palabra de Dios no puede echar raíces en este tipo de personas por la falta de una vida de oración, lectura de la palabra y devoción a Dios. Consecuentemente al venir las pruebas, las tentaciones y persecución por causa de la palabra, caen.
Este tipo de personas son creyentes temporales, que tan pronto vienen las situaciones abandonan la iglesia y no están dispuestos a luchar por la fe que les fue dada (Juan 6:66).
Los oyentes en tierra espinosa
“Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron” (Mateo 13:7).
Explicación dada por Jesús: “El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa” (Mateo 13:22).
En este ejemplo, el corazón está en dudas, no ha sido rendido totalmente a Dios. Por lo tanto, debemos tener cuidado porque los afanes van a llegar. Pero con respecto a esto, la palabra de Dios nos alienta diciendo: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias” (Filipenses 4:6). Por esta razón, debemos orar y clamar a Dios. También debemos detectar los espinos y cortarlos porque estos estancan la vida del creyente, haciendo que al tener la mirada puesta en los afanes y las cosas externas, no se lleve fruto a Dios.
En conclusión, en “los oidores junto al camino” y “los oyentes en pedregales”, vemos que las causas son internas, “la dureza del hombre y la superficialidad de la carne”. Mientras que en los “oyentes en tierra espinosa”, las trampas son externas, “la codicia de otras cosas” y “los placeres de la vida”.
Los oyentes en buena tierra
Pero una parte cayó en buena tierra, y rindió una cosecha de cien, sesenta, y hasta treinta semillas por una. (Mateo 13:8).
Explicación dada por Jesús: “Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno” (Mateo 13:23).
Este tipo de personas son descritas en la Biblia en Lucas 8:15, como las de “corazón bueno y recto”. Y no solo eso, también dice que son las que “retienen la palabra y dan fruto con perseverancia”. Por lo tanto, los requisitos para que la palabra diera fruto en este tipo de creyentes, fueron un corazón sencillo y una mente abierta para comprender la palabra de Dios, aferrándose fuertemente a ella.
Así que es importante que haya mucha oración, para entender, tener paciencia y atesorar la palabra en nuestros corazones con el deseo de guardarla.

Resumen de La Parábola del Sembrador

El resumen de la Parábola del Sembrador seria el siguiente:
  • El Sembrador: Quien siembra la palabra.
  • La Semilla: La palabra de Dios.
  • El Terreno: El corazón del hombre.
  • Los de Junto al Camino: De corazón duro.
  • En Pedregales: De corazón poco profundo.
  • Entre Espinos: Los de corazón a medias.
  • En Buena Tierra: Los de todo corazón.
Cada mensaje del Señor Jesús tenía una enseñanza para meditar y poner en práctica, y la reflexión de la Parábola del Sembrador es la Siguiente:

Reflexión:

Junto al Camino: Nos enseña que cada ser humano es responsable de escuchar y recibir La Palabra.
En Pedregales:  Nos da como enseñanza la importancia que tiene congregarse, para echar raíz y aprender más acerca de la palabra de Dios. Pero también nos exhorta a orar y a tener una vida de devoción a Dios.
Entre Espinos: Nos deja como enseñanza estar atentos a esos afanes y deseos que pueden convertirse en espinos en nuestras vidas. Por este motivo, debemos detectarlos y cortarlos, pidiendo ayuda a Dios en oración, para que aparte esos afanes y deseos que quieran estancar nuestra vida espiritual (Hebreos 2:18).
En buena tierra: Nos enseña a perseverar en la oración y seguir en el camino que Cristo trazó para nuestras vidas.

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