domingo, 10 de marzo de 2019

La necesidad

La biblia nos habla mucho sobre la necesidad del hombre de adquirir algo, ya sea en lo físico o en lo espiritual. Cuando hablamos de necesidad nos viene siempre a la mente dinero; ahora bien, la palabra necesidad es el estado de un ser que se halla carente de un elemento (le falta algo). Las necesidades se diferencian de los deseos en que el hecho de no satisfacerlas suele producir consecuencias negativas.
Santiago 4:2-3 “Codiciáis y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites“.
Cuando la persona se desespera por algo que no puede tener, entran en escena cosas como codicia, envidia... Santiago menciona problemas comunes en la oración: no pedir, pedir cosas erróneas y pedir por razones equivocadas.
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La biblia nos dice que Jesús conoce nuestras necesidades, pero Jesús quiere que le entreguemos todas nuestras ansiedades a Él. 1 Pedro 5:7 echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros“.
Una necesidad física y material:
Mateo 6:31-32 “No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas ellas“.
Las personas de este mundo viven preocupadas por lo material por no conocer a Dios como su padre celestial. Pero el cristiano sí conoce a su Dios, de ahí la transición "no os afanéis". Dios no prohíbe ser precavido y planear, sino mortificarse por las necesidades diarias. ¿No es la vida más que el alimento?, ¿o el alimento es más que la vida?
Si la vida y el cuerpo provienen de Dios, ¿no habremos de confiar en que Él proveerá lo menos importante? ¿Quién de nosotros por mucho que se afane podrá crecer un metro más? Y por los vestidos, ¿quién podrá vestirse como los lirios del campo que ni hilan ni trabajan? 
Jesús enseñó la cura para el afán y la ansiedad. Mateo 6:33 “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Buscar el reino de Dios, buscar primeramente su ayuda. ¿Qué es lo más importante para usted? El que se afana se ve asaltado por el temor y se le hace difícil confiar en Dios. No hay cordura en añadirle a las preocupaciones de hoy las de mañana. Basta a cada día su propio mal.
Una necesidad de orar
Lucas 18:1 “También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre y no desmayar“. La oración perseverante implica ser constantes en nuestras peticiones delante de Dios, como si viviéramos el día a día, con la certeza de que responderá. El creyente vive por fe, y por ende no debemos rendirnos. Dios puede demorar la respuesta, pero siempre tendrá buenas razones y no debemos confundirlas con negligencia por su parte. Lucas 18:3  “Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario“.
Al persistir en la oración crecemos en carácter, fe y esperanza Lucas 18:5 “sin embargo,  porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia“. La persistencia de la viuda venció la obstinación del juez.
Mateo 26:41 “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil“.
La naturaleza espiritual del hombre iluminada por el Espíritu Santo, recibe la palabra de Dios, desea todo lo que concierne a Dios, el asistir a reuniones de oración, campañas evangelistas, conferencias, convenciones, predicaciones, sermones, estudios bíblicos, etc. El espíritu está dispuesto a recibir y darle a la persona para que se alimente, pero hay un detalle, hay una lucha constante dentro de nosotros, y aquí es donde vemos quién es el ganador al alimentar a una de las dos.
La carne es débil, no debilidad de enfermedad y cansancio físico, sino debilidad espiritual, por lo que accede a lo que no es de Dios. Cuando alimentamos más la carne seremos más propensos a esta clase de debilidad (la naturaleza pecaminosa). La tentación ataca por donde somos más vulnerables, no la podemos resistir solos, y la oración es esencial porque nos fortalece para contrarrestar los ataques de satanás.
Una necesidad de fe:
Lucas 17:5  “Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe“.
La petición de los discípulos a Jesús fue genuina; querían la fe necesaria para el perdón. ¿Qué es la fe? Es la dependencia total de Dios, y la disposición de hacer su voluntad Hebreos 11:6  Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.  Imposible acercarse a Dios en oración, sin fe.
Creer que Dios existe es el comienzo; aun los demonios creen (Santiago 2:19). Dios no se conforma con un simple reconocimiento de su existencia; Él quiere una relación personal y dinámica con nosotros. La fe exige confianza y certeza, un punto inicial y un punto final. El punto inicial es creer en el carácter de Dios (cómo es Dios) y el punto final es creer en las promesas que Él mismo ha dado (que ha prometido Dios).
La fe viene por el oír (Romanos 10:17) y somos justificados por la fe (Romanos 5:1). Por fe estamos firmes (1 Corintios 16:13), por fe andamos (2 Corintios 5:7), por fe recibimos el Espíritu Santo (Gálatas 3:2), por la fe somos bendecidos (Gálatas 3:9), por fe somos salvos (Efesios 2:8), y muchos más versículos que nos hablan de la fe, tal que podríamos pasar horas enteras hablando de la fe, pero el dilema sería: ¿Pero cuando venga el Hijo del Hombre, hallará fe en la tierra?
Una necesidad de conocer a Cristo
Jeremías 9:24 “Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová“.
Una gran preocupación nuestra es saber de alguien en la vida, conocer de algún personaje histórico, de algún líder religioso u otro líder mundial. Dios hablándole a Jeremías, le dice que el tiempo que va a invertir en tratar de buscar respuestas y buscar a alguien lo invierta en conocer a Dios. En saber cómo es Dios, qué hace Dios, qué hizo Dios, qué está haciendo Dios.
Mientras la gente tiende a admirar las cualidades de una persona como sabiduría humana, poder, misericordia, y riquezas, Dios establece como prioridad más alta conocerlo de forma personal y vivir de manera que refleje su justicia y rectitud. La pregunta sería ¿Por qué cualidades desea que la gente lo admire más? ¿Realmente conocemos a Cristo? Verdaderamente conocemos la palabra de Dios, pero no conocemos al Dios de la palabra, porque pareciera que cuando estamos en aflicciones estamos como si Dios no pudiera ayudarnos, pero Mateo 11:27 “Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar“.
Cristo vino a revelar al Padre, y el Padre reveló a su hijo al enviarlo a este mundo. Dios sigue revelándose a este mundo de muchas maneras visibles e invisibles, pues todo lo que está a nuestro alrededor habla de un Dios, nos habla de que hay un maravilloso Dios que está pendiente de cada uno de nosotros; hay necesidades, sí las hay y muchas, pero el Dios nuestro es más poderoso y suplirá todo conforme a sus riquezas en gloria. Solo exige fe, solo nos exige confianza, perseverancia, paciencia. Tenemos el tesoro más hermoso guardado en vasos de barro, tenemos todo, no importa la riqueza, con Cristo soy millonario, de qué me vale ganar este mundo se perdiere mi alma. Cristo está a las puertas. 

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