“Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; más los impíos caerán en el mal” Proverbios 24:16
El mundo está lleno de fracasos. Fracasos grandes y pequeños. Nadie nace para fracasar, pero los fracasos son necesarios, porque a través de los fracasos aprendemos lecciones que de otra manera quizá no entenderíamos ni apreciaríamos muy bien. Cuando fallamos, cuando fracasamos, lo más importante es levantarnos y persistir.
El ejemplo más grande de persistencia es Abraham Lincoln. Abraham nació en medio de una gran pobreza y se encontró rodeado de derrotas a lo largo de su vida. Perdió ocho elecciones, dos veces falló en los negocios y sufrió una gran crisis nerviosa. Podría haber renunciado a persistir, pero por seguir a pesar de todo… llegó a ser uno de los más notables presidentes de los Estados Unidos.
En 1816 Abraham Lincoln se vio obligado a salir de su casa y trabajar para apoyar a su familia. En 1818 su madre murió, en 1831 fracasó en los negocios, en 1832 se lanzó en campaña por la legislatura del estado y perdió, perdió su trabajo y quiso entrar a la escuela de leyes, pero no pudo.
En 1833 pidió prestado dinero a un amigo para iniciar un negocio y a fin de año estaba en bancarrota. Empleó 17 años de su vida para pagar esa deuda. En 1834 se lanzó en campaña por la legislatura estatal y ganó. En 1835 se casó y su esposa murió. En 1836 tuvo una crisis de nervios y estuvo en cama seis meses. En 1838 buscó ser el portavoz de la legislatura estatal y fue derrotado.
En 1840 fue derrotado nuevamente en elecciones. En 1843 se lanzó en campaña por el Congreso y perdió. En 1846 se lanzó otra vez en campaña para el Congreso y ganó, haciendo un buen trabajo en el Congreso. En 1848 se lanzó a la reelección del congreso y perdió. En 1849 se buscó el trabajo de oficial de tierras en su estado y fue rechazado.
En 1854 se lanzó en campaña para el Senado de los Estados Unidos y perdió. En 1856 buscó la nominación de vicepresidente en la Convención de partido y obtuvo menos de 100 votos. En 1858 se lanzó en campaña por el Senado y perdió. Y por fin, en 1860 fue elegido presidente de los Estados Unidos. Pero después de perder en campaña por el senado dijo: Esto es solo un desliz, mas no una caída.
Hoy debo aprender de hombres como Abraham y más sabiendo que mi vida está en las manos del Señor. Siete veces cae el justo y vuelve a levantarse. Hoy seguiré adelante a pesar de los fracasos.
Señor, gracias porque en ti está mi fortaleza. Siempre cuento con tu presencia y tu ayuda. Quiero ser perseverante y caminar con la alegría de saber que aún en mis fracasos, encuentro una escuela para aprender. Ayúdame a ser perseverante a pesar de mis fracasos. Amén.
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