jueves, 8 de noviembre de 2018

Tres elementos indispensables para un milagro

Hechos 19:10-11 Así continuó, Pablo, por espacio de dos años, de manera que todos los que habitaban en Asia, judíos y griegos, oyeron la palabra del Señor Jesús. 11 Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo.
Definamos primeramente qué es un milagro: Un milagro es la intervención sobrenatural de Dios en una situación de crisis.
De esta definición y de los versículos anteriores, podemos entresacar dos puntos muy importantes: los milagros vienen directa y únicamente de Dios, y los milagros se manifiestan en las necesidades del ser humano.
En la palabra de Dios podemos ver cuáles son los elementos indispensables para que los milagros puedan ser una realidad en nuestra vida.
Resultado de imagen de Tres elementos indispensables para un milagroI. PRIMER ELEMENTO: LA PALABRA DE DIOS (JUAN 15:7)
El versículo nos dicesi permanecéis en mí”; y tenemos que saber que nuestro Dios ya se hizo cargo de eso (1 Juan 4:13-15). Toda persona que ha confesado a Cristo como su salvador y que ha recibido el Espíritu Santo de parte de Dios, permanece en Dios y Dios en él.
Pero hay un elemento en el texto de Juan 15:7 que sí depende de nosotros: Si mis palabras permanecen en vosotros”. Cada uno de nosotros tenemos que tomar la palabra y guardarla en nuestro corazón, y para eso tenemos que escuchar la palabra, leerla y escudriñarla.
La palabra de Dios puede obrar milagros y maravillas; la palabra de Dios tiene poder. —Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra y mi criado sanará. (Mateo 8:8).
La Palabra es como una semilla de Dios sembrada en nuestro corazón, que produce milagros y maravillas.
II. SEGUNDO ELEMENTO: NUESTRA FE (LUCAS 17:6)
El versículo nos dice:Si tuvierais fe como un grano de mostaza…” pero, ¿fe en qué? ¡En la palabra de Dios! Fe en lo que Dios ha dicho en su palabra.
Nuestra fe no tiene que estar puesta en lo que dice el pastor o en lo que dicen las personas, nuestra fe tiene que estar puesta en lo que nuestro Dios ha dicho.
Pero hay en esto un punto muy importante que tenemos que comprender: Dios es espíritu y su palabra es espiritual (Juan 6:63), pero nuestras necesidades y nuestras crisis son materiales, son terrenales y humanas.
Entonces, ¿cómo podemos atraer el poder y las maravillas espirituales de Dios y de su palabra a nuestra vida material? ¡De eso se encarga la fe!
Nuestra fe hace que las palabras espirituales de Dios se hagan realidad en nuestra vida, en nuestras necesidades y en nuestras crisis.
Podemos comprender mejor esta verdad espiritual con un ejemplo práctico: Si recibimos una transferencia de dinero a nuestra cuenta bancaria, el dinero está ahí, es real, pero se le llama dinero electrónico. Para poder utilizar ese dinero electrónico (para compras), necesitamos un medio para hacerlo efectivo, y para eso usamos un cheque, una libreta bancaria o una tarjeta de débito. ¡Eso es nuestra fe!
Podríamos decir que Dios nos ha hecho una trasferencia de su poder por medio de su palabra; cada promesa está llena del poder maravilloso de Dios, pero para hacerlas efectivas, para que ese poder se haga realidad en nuestra vida necesitamos un medio y ese medio es LA FE.
III. TERCER ELEMENTO: EL NOMBRE DE JESÚS (JUAN 14:13-14)
Y todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14 Si algo pedís en mi nombre, yo lo haré…”.
Nuestro Señor Jesucristo nos dice que todo lo que le pidamos al Padre se lo pidamos en su nombre, pues la palabra de Dios nos dice que no hay otro nombre más grande que el de nuestro Señor Jesús (Filipenses 2:9-10).
Cuando pedimos un milagro a nuestro Padre Celestial lo tenemos que pedir confiando en su palabra, creyendo en sus promesas y reconociendo que no estamos pidiendo en nuestra autoridad, sino en la autoridad de Jesucristo nuestro Señor, el Rey de reyes y Señor de Señores.
Dios es el mismo ayer, hoy y por los siglos, por lo tanto los milagros de Dios están disponibles también hoy para nosotros sus hijos. Guardemos su palabra en nuestro corazón, creamos en su palabra y pidamos usando la autoridad del nombre de Jesús, y veremos las maravillas de Dios en nuestra vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario