jueves, 18 de octubre de 2018

La inspiración de la Biblia

...y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. 2 Timoteo 3:15-17
Hay únicamente dos textos en el Nuevo Testamento que hablan acerca de la inspiración de la Biblia, pero ambos tienen una singularidad muy notable en cuanto a su valor crítico, que es preciso analizar. En el primer pasaje se aprecia más el factor divino (2 Timoteo 3:15-17), mientras que el segundo pasaje se centra en el factor humano (2 Pedro 1:19-21) Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día amanezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones. 20 Pero ante todo entended que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, 21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. Deducimos con esto que la Biblia es un libro único, y aunque muchos incrédulos traten de desacreditarla, su valor es resaltado al considerar algunos aspectos:
Resultado de imagen de La inspiración de la Biblia1. ÚNICA EN SU CONTINUIDAD.
La Biblia fue escrita a lo largo de 1.600 años, 60 generaciones; fue escrita por más de 40 autores humanos de todas las clases sociales: reyes, campesinos, filósofos, pescadores, poetas, eruditos, etc. Moisés fue un líder político, adiestrado con la mejor educación de Egipto, Pedro fue un sencillo pescador, Amós fue un pastor de ovejas, Josué fue un general militar, Nehemías un copero, Daniel fue el primer ministro del rey, Mateo fue un cobrador de impuestos, Pablo un filósofo, etc.
Asimismo, la Biblia fue escrita en diferentes lugares, Moisés escribió en el desierto, Jeremías en una celda, Daniel en un palacio, Pablo dentro de la prisión, Lucas mientras viajaba, Juan desde una isla. Por lo tanto, la Biblia es única en su continuidad.
La Biblia también fue escrita en diferentes épocas, David escribió en tiempos de guerra, Salomón en tiempos de paz; algunos escribieron desde la cumbre del gozo, y otros desde las profundidades de la tristeza y la desesperación. Fue escrita en tres continentes: Asia, África y Europa, y en tres idiomas: hebreo, arameo y griego.
Entonces, la Biblia no es como cualquier otro libro, pues a pesar de tanta diversidad, la Biblia tiene unidad en su continuidad porque fue inspirada por Dios.
2. ÚNICA EN SU CIRCULACIÓN.
La Biblia ha sido leída por mucha gente y publicada en más idiomas que cualquier otro libro. Hacia el año 1.960, a la Sociedad Bíblica Británica, para cumplir con las demandas de material que tenía, le era necesario publicar una copia cada tres segundos durante el día y la noche, para así poder despachar las Biblias a diversas partes del mundo.
3. ÚNICA EN SU TRADUCCIÓN.
Fue el primer libro que se tradujo. El Antiguo Testamento fue escrito originalmente en hebreo, pero se tradujo al griego en el año 250 a.C. Esta versión se conoce como la septuaginta (LXX). A partir de entonces la Biblia ha sido traducida, vuelta a traducir y parafraseada más que cualquier otro libro en el mundo.
Al llegar a 1.966, la Biblia se había registrado en 240 idiomas y dialectos distintos. Libros y secciones separadas se habían traducido a 740 idiomas. En la actualidad, la Biblia está traducida a más de 1.000 idiomas y dialectos distintos en todo el mundo.
4. ÚNICA EN SU SUPERVIVENCIA.
La Biblia fue escrita en materiales perecederos, teniendo así que ser copiada y vuelta a copiar durante centenares de años, hasta la invención de la imprenta. Había hombres dedicados exclusivamente a la misión de preservar y transmitir su mensaje con fidelidad y en forma exacta su contenido. Eran los escribas y más tarde los masoretas, quienes cumplieron con esta función.
Únicamente del Nuevo Testamento se han descubierto unos 15.000 manuscritos antiguos, y sorprende cómo la Biblia ha podido sobrevivir sin cambios radicales en su contenido. Ningún otro libro tiene tanto apoyo en su valor crítico como lo tiene la Biblia.
Ahora bien, no es solamente que haya sobrevivido a través del tiempo, sino que también ha sobrevivido a través de la persecución. Muchos han tratado de quemarla, de prohibirla y de ponerla fuera de la ley, pero sus esfuerzos han sido infructuosos.
Voltaire, un destacado incrédulo francés, quien murió en 1.778, dijo que 100 años después de su muerte el cristianismo sería solo historia. Sin embargo, el cristianismo continúa creciendo en todo el mundo, no se ha podido detener su avance.
Es más, en el año 303 d.C., bajo el emperador Diocesiano, se expidió un edicto para destruir todas las Biblias existentes; pero 9 años más tarde, el emperador que le sucedió se convirtió al cristianismo y ordenó que se prepararan 50 copias de las Escrituras para uso exclusivo del gobierno.
Por otro lado, muchos incrédulos han tratado de refutar y atacar a la Biblia, pero ha permanecido más sólida que una roca. Si la Biblia no fuese la palabra inspirada de Dios, hace tiempo que estaría destruida, pero sigue siendo leída, estudiada y amada por millares de personas.
5. ÚNICA EN SU INFLUENCIA MUNDIAL.
La Biblia revela profecías relativas a todos los pueblos de la Tierra, contiene eventos históricos fidedignos y enseñanzas éticas que todo ser humano debería obedecer. Según algunos estadistas se cree que si se llegase a destruir de una sola vez todas las Biblias del mundo, la Biblia podría ser restaurada nuevamente con las citas que muchos escritores han hecho de ella.
Por ejemplo, Philip Schaff dice referente a Jesús: “Jesús de Nazaret, sin dinero ni armas, conquistó más millones que Alejandro, César, Mahoma o Napoleón; sin ciencia ni erudición derramó más luz sobre las cosas divinas y humanas que todos los filósofos y eruditos combinados. Sin la elocuencia de las escuelas, habló palabras de vida como nunca antes o después fueron dichas, y produjo efectos que yacen más allá del alcance del orador o del poeta. Sin escribir ni una sola línea puso en movimiento más plumas y proporcionó más temas para enseñanzas, oraciones, discusiones, volúmenes de erudición, obras de arte y cantos, que el ejército completo de grandes hombres de los tiempos antiguos y modernos”.
Galo Plaza Lasso, ex presidente del Ecuador dijo: “Aquí tengo la Biblia, que la he leído todas las mañanas para revestirme de paciencia y virtudes cristianas”. Abraham Lincoln, ex presidente de los Estados Unidos dijo: “Creo que la Biblia es el mejor don que Dios jamás haya dado a los hombres. Todo el bien que emana del Salvador del mundo se nos comunica a través de este libro”. Jorge Washington, ex presidente de los Estados Unidos también dijo: “Es imposible gobernar el mundo sin Dios y la Biblia”. Juan Montalvo, escritor y poeta ecuatoriano dijo: “Nunca he leído a Voltaire, y no lo leeré dos veces; no por escrúpulos ni por disgusto, pero la Biblia la sé de memoria”.
La conclusión es obvia, si consideramos que la Biblia es el mejor libro del mundo, debemos leerlo y estudiarlo, de tal manera que comprobemos cuál es la voluntad de Dios para nuestras vidas. Jesús dijo a sus seguidores: Escudriñad las Escrituras porque a vosotros os parece que en ellas tenéis vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí” (Juan 5:39).
Sí, a través de la Biblia podemos abrir nuestro entendimiento y comprender las grandes verdades y riquezas bíblicas. Los hermanos en Berea no se conformaban con escuchar las enseñanzas, sino que les gustaba comprobar personalmente lo que los apóstoles decían (Hechos 17:11).
Timoteo aprendió desde muy pequeño las Escrituras y fue un excelente ministro del Señor. En efecto, la palabra del Señor nos hace sabios porque es el libro de libros. Ha sido preservado divinamente a través de los siglos, para que nosotros tengamos la oportunidad de leerla y, a través de ella, tener vida eterna.
Hagamos nuestras las palabras de Pablo en Romanos 15:4: “porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza“.


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