martes, 17 de julio de 2018

La historia de Shay

En el transcurso de una cena de una obra de caridad, el padre de un niño minusválido pronunció un discurso inolvidable…
Es éste:
Decimos que Dios hace todo perfecto … 
¿Pues dónde está la perfección en Shay, mi hijo?
Mi hijo no puede comprender las cosas como otros niños. Tampoco puede recordar como otros niños …
¿Dónde está pues la perfección de Dios? Creo que creando a un niño retrasado como mi hijo, la perfección que busca Dios es:
¿Cómo reaccionamos con este niño? …
Pues bien, he aquí una pequeña anécdota para ilustrar mis declaraciones:
Un día estábamos viendo a un grupo de jóvenes jugando al béisbol. En eso Shay me dijo: ” ¿Crees que me dejarían jugar? “.
Sabía que Shay no era la clase de compañero de equipo que los chicos buscan normalmente, pero a pesar de todo esperaba que se le permitiera jugar.
Pedí, pues, a uno de los jugadores de campo si podían dejar que Shay participara.
El jugador reflexionó algunos instantes y dijo:
“Perdemos por seis carreras y estamos en la octava entrada, creo que puede formar parte del equipo y tener la oportunidad de batear en la novena entrada. “
Shay lanzó un suspiro enorme.
Le dijimos a Shay que se pusiera su guante y que fuera a su posición.
Al final de la octava, el equipo de Shay anotó pero todavía había una diferencia de tres carreras. ¡Hacia el final de la novena entrada, el equipo de Shay anota otra carrera!
El equipo tiene ahora dos carreras de diferencia y todavía una posibilidad de llevarse el partido …
¡Asombroso!, le dan el bate.
Todos saben que es casi imposible ganar porque Shay no sabe cómo coger el bate ni cómo golpear la pelota.
Cuando Shay se colocó sobre la zona de recepción, el lanzador se acercó algunos pasos y lanzó la pelota bastante despacio para que Shay pudiera por lo menos tocarla con el bate.
En esto Shay batea torpemente el primer lanzamiento, sin éxito. Uno de sus compañeros de equipo viene en su ayuda y los dos agarran el bate, esperando el próximo lanzamiento.
El lanzador se acerca un poco más y muy despacio le echa la pelota a Shay.
Con su compañero de equipo, Shay golpea la pelota que rueda hacia el lanzador que la recoge.
Habría podido fácilmente lanzarla a la primera base, eliminar de cualquier manera a Shay y haber acabado el juego. Pero en vez de eso, el pitcher lanza la pelota muy alta en el campo, lejos de la primera base.
Todos se echan a gritar:
”¡Corre a la primera base, Shay! ¡Corre a la primera base! “
Jamás habría tenido la oportunidad de correr a la primera base.
Shay galopa a lo largo de la línea de fondo, totalmente asombrado. Cuando logra la primera base, el receptor de la derecha tiene entre sus manos la pelota; podría fácilmente lanzarla a la segunda base, lo que eliminaría a Shay que no deja de correr. Pero lanza la pelota arriba hacia la tercera base y todos gritan:
”¡Corre a la segunda! ¡Corre a la segunda! “
Los corredores delante de Shay se acercan a la segunda base, el adversario se dirige hacia la tercera base y exclama:
”¡Corre a la tercera! “
Cuando Shay pasa por la tercera, los jóvenes de ambos equipos le siguen exclamando:
”¡Haz todo el circuito, Shay!“
Shay completa el circuito, alcanza la zona de recepción y los jugadores le levantan sobre sus hombros.
¡Shay es un héroe!
Acaba de hacer una gran carrera y de ganar el partido para el equipo.
———–
Todo ese día estuvo su padre con lágrimas en los ojos.
”Estos 18 chicos alcanzaron su propio nivel de la perfección de Dios.“

La paradoja es que:
– tenemos la paciencia de construir grandes edificios
pero no la paciencia suficiente para controlar el cólera.
- tenemos caminos anchos,
pero puntos de vista estrechos …
– gastamos más,
pero poseemos menos …
-habitamos casas más grandes,
pero las familias son más pequeñas …
-gozamos de más comodidades,
pero no tenemos tiempo libre …
-acumulamos más diplomas,
pero damos prueba de menos lógica, menos discernimiento …
– multiplicamos los activos,
pero disminuimos sus valores …
- la ciencia permite vivir más tiempo, pero priorizamos la cantidad sobre la calidad, y para muchos de nosotros, la vida resulta triste y monótona …
- hicimos el viaje ida y vuelta hacia la luna, pero
vemos problemático atravesar la calle para presentarnos al vecino …

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