viernes, 8 de junio de 2018

¿Cómo te sientes hoy?

Cuando tienes la mirada fija en la tristeza del pasado que viviste es como si te ahogaras en el oscuro mar, pero si te olvidas de ese momento, verás que es más fácil avanzar. No pienses que todo lo que viviste fue producto de la necedad; en parte puede ser, pero piensa, también, que todo te ayuda a crecer porque todos los que amamos a Dios de las experiencias amargas sacamos una lección. Esa vida triste, oscura, vergonzosa que viviste no acabó en un hasta pronto, ya que cuando te percates de que tienes más espacio para cargar en tu espalda, te darás cuenta que Dios la aligera. Pesa seguir las cosas sin sentido o fáciles, pero decidir cargar la obediencia, aligera. No te ofusques pensando qué hubiese pasado si te hubieses sacrificado un poquito más. Deja eso de lado y comienza a caminar.
Resultado de imagen de ¿Cómo te sientes hoy?Ni a la derecha ni a la izquierda, solamente camina directamente a tu meta que es, sin duda, la felicidad. Y no la confundas con los estados de ánimo; ya que la primera es permanente pero los últimos varían. No creas que no eres feliz, porque todo aquel que camina con Dios, inclusive en ese desierto en el que estás, vive.
El día amanece y con él la alegría, por lo que trata de ponerte más bonita, más guapo, sácale una sonrisa a esa carita y date cuenta de que Dios te ama mucho. No te amedrentes pensando que nadie notará el cambio, mejor piensa que es una locura disimularlo. Dios te creó hombre o mujer para embellecer el mundo, embellécelo con la alegría que sale de tus dulces encantos. No te rindas pensando que no lograrás ese puesto de trabajo, esa buena calificación, no te hagas más daño, eres tan inteligente como cualquier otro ser humano.
Y si la tristeza por los recuerdos te atormenta por las noches, cierra los ojos y recuerda esos días de alegría en los que Dios era tu compañía, cierra tus ojos y recuerda cómo solía ser Él el centro de tu vida, que quizás ahora no lo es. Si te das cuenta de ese cambio, reacciona y ejercita tu andar con Él, abre esa Biblia que ruge por decirte las verdades, entona un canto al cielo y deja ya de mirar a todos con despecho; si sufres por dentro, puede que a los demás no les importe pero a Dios sí le importa, y tú no estás solo/a, tu respaldo viene del cielo, por lo tanto tienes un ejército.

Llega el fin de semana y quizá te enfrentes a tus más temerosos miedos, quizá sientas la soledad merodear tu vida pero medita; sí, tan solo medita, piensa en Dios cómo está sonriendo feliz, sabiendo que tú no te rindes. Solo medita y recuerda cuáles son tus verdaderos sueños. Pregúntate una y otra vez ¿qué es lo que quiero? Y luego pregúntate una vez más ¿qué es lo que verdaderamente quiero?
“No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; aparta tu pie del mal”
Proverbios 4:27

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