lunes, 9 de abril de 2018

Lecciones que Duran toda la Vida

¿Sabes que está mal lo que has hecho, verdad?
Las palabras resonaron en la mente de Sarita al volver a casa de la escuela.  Era una buena estudiante; nunca había copiado en su vida. Pero esa última tarea había sido muy difícil, y en un momento de desesperación, se la copió a una compañera.
Resultado de imagen de Lecciones que Duran toda la VidaLa profesora, la señora Martínez, le había pedido que se quedara después de clase y Sarita sabía lo que se avecinaba. Aun así, se asombró cuando la señora Martínez le preguntó si, en realidad, ése era su trabajo.
Sí, le respondió, y se preguntó por qué había mentido.
Mirándola a los ojos, la señora Martínez, le dijo con suavidad: ¿Sabes que está mal lo que has hecho, verdad? Piensa esta noche en la respuesta y mañana te voy a volver a preguntar si ése es tu trabajo.
Fue una noche muy larga para Sarita. Estaba casi por terminar la secundaria, y se había ganado una buena reputación debido a su honestidad y amabilidad.  Nunca había copiado ningún trabajo, y ahora quería arreglar su error mintiéndole deliberadamente a una persona a quien quería y admiraba. A la mañana siguiente, se presentó ante la señora Martínez mucho antes que empezaran las clases y le confesó su mala acción. Recibió la apropiada consecuencia de su comportamiento: un cero por su trabajo, y por primera vez en su vida, el castigo de tener que quedarse después de clase.
Años después, Sarita pensaba con frecuencia en esa experiencia y sentía gratitud por la corrección en amor de alguien a quien ella respetaba. La señora Martínez estuvo dispuesta a ayudarla a tomar decisiones correctas, a pesar de su deshonestidad. Para Sarita, ésa fue una lección para toda la vida acerca de cómo asumir responsabilidad por acciones deshonestas, y hacer lo correcto sin importar las consecuencias.
Efesios 4:15. siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario