miércoles, 31 de mayo de 2017

En Cristo Tienes Identidad

Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres. (2 Corintios 3:2).
En la actualidad vemos como la sociedad influye en las vidas de las personas en gran manera, desde la alimentación y las modas, hasta las creencias e ideologías. Es cierto que cada persona es diferente, pero con el pasar de los tiempos y el desarrollo de cada persona, va adquiriendo nuevos conocimientos, se va integrando a nuevos grupos y adopta nuevas conductas; incluso a veces la influencia social bombardea a los hijos de Dios y tiende a camuflarse en la Iglesia.
Llega un momento en el que niños, jóvenes y hasta los mismos líderes empiezan a llevar “cosas” del mundo e incorporarlas a los programas de las iglesias, pero también nosotros mismos en algunas circunstancias hemos utilizado un lenguaje inapropiado, modas, vestimentas, música, programas de televisión, lo que vemos en internet, y empezamos a comportarnos como una persona más del montón.
Además, ahora es difícil distinguir entre quién es cristiano y quién no, por eso debemos tener cuidado y poner atención, pues están viendo los niños y jóvenes, en qué modas están usando y con qué amistades se relacionan. No se trata de que no se relacionen con in-conversos, sino que estas amistades no corrompan las buenas costumbres, como lo dice la misma Biblia.
Dios no nos ha mandado a juzgar a las personas por sus preferencias, religión, gustos, vicios, manera de vestir o comportarse. Pero sí se trata de establecer ciertas diferencias que bien definen nuestra identidad, al mismo tiempo que los demás también nos respetan porque saben que Cristo vive en nosotros.
Es importante no dejarse influir por lo que nuestros amigos nos quieren inducir, porque los mismos compañeros de estudio o trabajo quieren que practiquemos las mismas cosas; es bueno relacionarnos, pero todo con medida; que ellos puedan ver que no tenemos prejuicios pero que también estamos seguros a quien pertenecemos, y que no vamos hacer nada para agradar a ellos y a la sociedad pero que desagrade a Dios.
Recuerda que Dios nos llamó a ser luz en la oscuridad, a dar testimonio; debemos tener fuerza de voluntad, identidad propia y no dejarnos influenciar.
No olvides que EN CRISTO TIENES IDENTIDAD.  
Y que todo me es lícito mas no todo me conviene, estamos en este mundo, pero no pertenecemos a él, que debemos tomar lo bueno y desechar lo malo. Nuestra carta de presentación debe ser la de la luz de Cristo y demostrar que no necesitamos tatuarnos o hacer cosas extravagantes en nuestro cuerpo, y tampoco aparentar lo que no somos.
Esta canción se llama “Somos la luz”
Hay secretos que guardar
Y temores que enfrentar
Nuestra identidad
No es la oscuridad
Somos hijos de la luz

Vamos ya levántate
Tu misión suprema es
Toda sombra deja atrás
Usa bien el tiempo que hay

Tú y yo somos la luz
La luz que al mundo hace brillar
Tú y yo somos la luz
Más alto, más alto, más alto brillaremos
Brillaremos, brillaremos

Es el tiempo de anunciar
El evangelio de la paz
Que hay vida, libertad
Y amor sin igual
En el nombre de Jesús

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