¿Por qué respondió con dos mandamientos si solo le pidieron uno? ¿No era suficiente con decir que amar a Dios era el mandamiento más importante de todos? Desde la óptica de Jesús no lo era. El Señor conocía muy bien la tendencia del ser humano a declararse "religioso". Hoy en día, es muy común ver en las iglesias cristianas a creyentes participando fielmente en reuniones de adoración, haciendo oraciones y cantándole a Dios canciones que ciertamente dicen amarlo,... pero más tarde regresan a sus egocéntricas vidas. Muchas de estas personas están convencidas de que con solo amar a Dios es suficiente, y poco les importa si dañan a otros. A veces los más devotos son los más viles en sus relaciones, maltratan a sus familiares y con frecuencia hieren a sus amigos más cercanos.
Pero Jesús nos enseña que amar a Dios y amar al prójimo están profundamente relacionados. Está claro que amar a Dios es el más importante de los mandamientos, pero si realmente lo amamos es inevitable que ese amor no se extienda a los demás. La forma más sencilla de saber cuánto amas a Dios es cuestionándote cuánto amas a las personas. Estas dos clases de amor no pueden ir separadas, están íntimamente vinculadas, y es imposible tener una si no tienes la otra.
muy buenas reflexiones de amor para meditar y pensar
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