Es cierto que muchos ateos son muy inteligentes. Pero no es su inteligencia, o la falta de ella, la que lleva a la persona a rehusar creer en Dios. Es la falta de moralidad lo que conduce a una persona a rechazar el creer en Dios. La gente no rechaza la idea de que hay un Ser Creador. Más bien, la gente rechaza la idea de que sea un Ser Creador Quien demande la moralidad de su creación. Así que, para descargar sus conciencias y aliviar su propia culpa, la gente rechaza la idea de Dios como la única fuente de moralidad absoluta. El hacerlo, permite a los ateos vivir de la manera que les plazca, tan moral o inmoralmente como ellos deseen, sin sentimientos de culpa por su negativa a rendir cuentas a Dios.
Muchos prominentes ateos han admitido esto, de hecho, cuando se le preguntó a un famoso ateo, qué era lo que creía iba a lograr con el ateísmo, declaró que él quería "tomar mucho alcohol y tener sexo con tantas mujeres como fuera posible." Creer en un Ser divino conlleva un sentimiento de rendición de cuentas y responsabilidad hacia ese Ser. Así que, para escapar de la condenación de la conciencia, la cual fue creada por Dios, uno debe negar la existencia de Dios con el fin de negar la influencia moral de la consciencia.
Esto no significa decir que todos los ateos sean gente inmoral. De hecho, muchos ateos viven una vida relativamente moral. El asunto principal del "dice el necio en su corazón 'No hay Dios,' es que la falta de evidencia de su existencia no es la verdadera razón por la que la gente rechaza creer en Dios. La gente rechaza la creencia en Dios por el deseo de vivir libre de restricciones morales que ella requiere, y escapar así, de la culpa que acompaña a la violación de esos estatutos. Pero, la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad, porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó: lo invisible de él, su eterno poder y su deidad, se hace claramente visible desde la creación del mundo y se puede discernir por medio de las cosas hechas. Por lo tanto, no tienen excusa, ya que, habiendo conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias. Al contrario, se envanecieron en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido. Pretendiendo ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por imágenes de hombres corruptibles, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
Por lo cual, también los entregó Dios a la inmundicia, en los apetitos de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén." (Romanos 1:18-25).
No hay comentarios:
Publicar un comentario