La Semana de la Pasión incluye varios eventos memorables. Jesús purificó el templo por segunda vez (Lucas 19:45-46), y disputó con los fariseos Su autoridad. Luego, Jesús pronunció su Discurso de los Olivos sobre los últimos tiempos y enseñó muchas cosas, incluyendo las señales de Su segunda venida. Jesús comió la Última Cena con sus discípulos en el aposento alto (Lucas 22:7-38), y luego se fue al huerto de Getsemaní para orar mientras esperaba la llegada de su hora. Fue aquí cuando Jesús, después de haber sido traicionado por Judas, fue arrestado y sometido a varias farsas de juicios ante los principales sacerdotes, Poncio Pilato, y Herodes (Lucas 22:54-23:25).
Tras los juicios, Jesús fue azotado a manos de los soldados romanos, y luego, se vio obligado a llevar su propio instrumento de ejecución (la Cruz) a través de las calles de Jerusalén, a lo largo de lo que se conoce como la Vía Dolorosa (el camino de los dolores). Jesús fue crucificado en el Gólgota, fue sepultado y permaneció en la tumba hasta el domingo, el día después del día de reposo, y luego resucitó gloriosamente.
Es conocida como la Semana de la Pasión (Semana Santa) porque en ese tiempo, Jesucristo verdaderamente reveló Su pasión por nosotros a través de lo que sufrió voluntariamente en nuestro lugar. ¿Cuál debe ser nuestra actitud durante la Semana Santa? ¡Debemos ser apasionados en nuestra adoración a Jesús y en nuestra proclamación de su Evangelio!
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