miércoles, 8 de marzo de 2017

No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros

No mirando cada uno por lo suyo propio,
sino cada cual también por lo de los otros. Filipenses 2:4

Es muy normal ver que las personas se interesan más por ellas mismas y dejan de lado las necesidades de los demás. Pablo aconseja a los filipenses que no se dejen arrastrar por esta forma de vida egoísta, sino que vivan una vida en función de los demás.
Resultado de imagen de No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros
Después de decirles que no hicieran las cosas por contienda o por vanagloria, sino con humildad, y que cada uno considere a los demás como mejores que ellos mismos, les estimula a vivir no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.
Esto es para todos los creyentes; cada uno debe empezar a conducirse así, no esperando que otro empiece. Cada uno debe mostrar también preocupación por los demás. Posiblemente en la iglesia hubiera algunos que habían dejado de pensar en los otros, y cuando esto sucede es porque las personas están alejadas de Cristo y están centradas en ellas mismas, de tal modo que no hay lugar para otras personas en sus vidas. Más adelante Pablo les dice: Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús. Filipenses 2:21.

La actitud del creyente frente a los demás creyentes es muy importante porque así la iglesia cumple los propósitos de Dios. Por tanto, cada creyente debe preocuparse por los demás. Esta es la actitud de Cristo que más adelante Pablo va a describir.
Así que, la actitud cristiana es preocuparnos en nuestras relaciones por los demás: 
Ninguno busque su propio bien, sino el del otro. 1 Corintios 10:24. 
Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación. Romanos 15:2.
Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. Gálatas 6: 2.


No hay comentarios:

Publicar un comentario