miércoles, 1 de febrero de 2017

¿Qué es la adoración? - Solamente Dios es digno de adoración

Los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que lo adoren. Juan 4:23. 
¿Qué es la adoración?
La adoración es el verdadero culto, el que nos permite servir a Dios. En la acepción corriente, se entiende por culto una reunión de personas que escuchan una predicación. Sin embargo, cuando Dios nos habla por medio de uno de sus siervos no lo servimos, sino que Él nos sirve a nosotros.
Resultado de imagen de ¿Qué es la adoración? -La verdadera adoración cristiana es la manifestación o expresión de los corazones de la llenura de Él, con gratitud, subyugados por lo que Dios es y por su revelación en la Biblia a través de su Hijo.
Como adoradores, los redimidos deben presentar a Dios lo que agrada a Su corazón. ¿Y en qué podría Dios hallar más agrado y satisfacción sino en su amado Hijo, quien lo glorificó en su vida y en su muerte? Cuando hay verdadera adoración, solo es Dios quien importa; no hay lugar para la preocupación por nuestro estado espiritual, por nuestros sentimientos, experiencias, pruebas o dificultades.
Todo se concentra en Cristo, a quien presentamos y ofrecemos a Dios como un sacrificio espiritual. Debemos olvidarnos de nosotros mismos y, en cambio, llenarnos de los pensamientos de Dios acerca de su amado Hijo. Esto no puede dejar fríos nuestros corazones. Así Dios recibe el agradecimiento de sus redimidos; es precisamente la verdadera adoración, la que su corazón anhela.
Esta actitud no dejará de influir en nuestra vida. Como dice la Escritura, mirando a cara descubierta la gloria del Señor, somos transformados en la misma imagen (véase 2 Corintios 3:18).

SOLAMENTE DIOS ES DIGNO DE ADORACIÓN
Los esparcirán al sol y a la luna y a todo el ejército del cielo, a los cuales amaron y sirvieron, en pos de los cuales consultaron y ante los cuales se postraron. No serán recogidos ni enterrados; serán como estiércol sobre la faz de la tierra”  (Jeremías 8:2)
Nuestros padres de la antigüedad, también los indígenas adoraban al sol, la luna y todos los astrosHoy se adora a lo creado, a un objeto, a una persona muerta y se consulta a la astrología para saber el futuro, cuando realmente solo Dios conoce el futuro y es la única persona digna de toda adoración.
En el antiguo Oriente estaba muy difundido el culto a los astros y la práctica de la astrología. Se pensaba que los astros ejercían una misteriosa influencia sobre el destino de los seres humanos, y por eso se estudiaba el movimiento de las constelaciones con la esperanza de poder predecir el futuro. Este versículo desautoriza en tono de ironía esas prácticas supersticiosas. Los astros siguen su curso imperturbable sobre los cadáveres de sus fieles adoradores, sin prestarles ninguna atención y ninguna ayuda.
Lo que señala este capítulo es inconcebible, la adoración a los astros en vez de al Señor. No se conocía el juicio de Dios y para colmo: “Cada uno sigue la avaricia; desde el profeta hasta el sacerdote todos practican el engaño”. Jeremías 8:10Igual es hoy, se adora a objetos, imágenes, personas muertas, se consulta el horóscopo antes que la Palabra de Dios. Se lleva una religión superficial, se habla de paz y hay guerra en el corazón humano.
Israel tenía la medicina a mano pero no la tomaba. Tenía a Dios, a Jeremías que les decía la verdad, y no obedecieron al SeñorEs igual hoy, está la Biblia, los predicadores y la gente no busca y adora a Dios.
Dios, es Dios vivo, y si piensas que está muerto, equivocado estás.

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