sábado, 21 de enero de 2017

La senda de la vida

«Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo, delicias a tu diestra para siempre». Salmo 16:11
Dora quería ser feliz, lo anhelaba desesperadamente; caminó por los senderos engañosos de la ilusión; voló en las alucinantes alas de la drogadicción; nadó por las aguas turbulentas de la promiscuidad. Amó, lloró, sufrió, y murió consumida por el sida. Quiso ser feliz, pero murió sintiéndose la mujer más infeliz del mundo. ¿Qué le sucedió a esta joven apasionada por la vida?
Resultado de imagen de La senda de la vidaEl texto del versículo presenta tres ideas que muestran dónde erró Dora. Los pensamientos básicos son la plenitud de gozo y las delicias para siempre. Gozo y delicia son sinónimos de felicidad. ¿Y quién no desea ser feliz? El ser humano desea la felicidad: todo lo que realiza tiene, como objetivo final, la «plenitud de gozo» y las «delicias para siempre», lo que significa prosperidad y realización.
El ser humano, en su sincero deseo de ser feliz, escoge sus propios caminos, sigue sus propias ideas; pero el Salmista presenta las condiciones para recibir la «plenitud de gozo» y «las delicias para siempre». Y menciona: «Me mostrarás la senda de la vida». 
Por su parte, solo con ella, acaba hiriéndose y provocándose sufrimiento. Pero existe un camino mejor. El Salmista lo denomina «la senda de la vida». Es triste que el ser humano desee la «plenitud de gozo» y las «delicias para siempre», pero rechace la senda de la vida.
Desde la óptica divina, estos tres elementos forman parte de un mismo paquete; no pueden separarse. Es más, cuando el autor bíblico menciona las palabras «presencia» y «diestra», está refiriéndose a una constante "permanencia" en la senda. La senda es Jesús. Cuando Él estuvo en esta tierra, declaró: «Yo soy el camino, la verdad y la vida». Juan 14:6. El Maestro habló de un camino que en verdad te conduce a la vida.
La razón por la que Jesús se identificó con el camino es que existen muchos falsos caminos. Son caminos de muerte, fascinantes y seductores, pero caminos de muerte.¿Deseas ser feliz?, ¡busca a Jesús! No empieces las actividades de hoy sin arrodillarte y decirle: «Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo, delicias a tu diestra para siempre».

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