sábado, 14 de enero de 2017

Cuando no entendemos el “porqué”

Muy a menudo, cuando vivimos una situación que no es de nuestro agrado nos hacemos la famosa pregunta ¿por qué? Buscamos una respuesta o un motivo de lo que nos está pasando, pero la mayoría de las veces no la encontramos.
no entendemosPreguntarnos el porqué de la situación que estamos viviendo no es malo, pero en ocasiones nos causa daño; porque nos entristece no saber cómo nos suceden ciertas cosas o por qué somos nosotros los que tenemos que pasar por ellas; pero en medio de todas las dudas que puedan surgir alrededor de ti, puedes estar seguro de que Dios tiene el control aun de lo que no comprendes.
¿Cuántas veces te has preguntado ¿“por qué a mí”?, y cuántas más le has preguntado a Dios ¿“por qué”? Seguramente en más de una ocasión lo has hecho, todos lo hacemos, y muy posiblemente sin esperar oír la voz de Dios dándote una explicación, (aunque eso sería estupendo). En realidad nos preguntamos eso porque no entendemos el motivo de nuestras pruebas.
A veces la respuesta a nuestro “por qué” llega cuando dejamos de preguntárnoslo, cuando decidimos olvidar preguntarnos “por qué”, para enfocarnos en buscar una solución en lugar de una respuesta que tal vez nunca entenderemos.
Dios también nos habla por medio de situaciones y nosotros nos acercamos a Él por medio de ellas, puede que al principio buscando una respuesta; quizá últimamente solo le has preguntado a Dios ¿por qué?, y te has olvidado de que más que darte una respuesta, Él quiere darte la seguridad de que sea cual sea tu situación, tiene todo en sus manos.
Posiblemente la pregunta del “porqué“ nos la tengamos que hacer nosotros mismos, ¿Por qué dudo?¿Por qué me es difícil confiar? ¿Por qué me preocupo si he puesto todo en manos de Dios? ¿Por qué creo que llegará tarde mi respuesta si el tiempo de Dios es perfecto?, entonces, ¿qué mejor respuesta necesitas escuchar? ¡DIOS TIENE TU SITUACIÓN EN PERFECTO CONTROL!

¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué me voy a angustiar? En Dios pondré mi esperanza y todavía lo alabaré. ¡Él es mi Salvador y mi Dios!

Salmos 42:11 (Nueva Versión Internacional)

No hay comentarios:

Publicar un comentario