sábado, 14 de enero de 2017

Actos fortuitos de bondad

… ¿Por qué he hallado gracia a tus ojos para que me reconozcas…? Rut 2:10
Algunos afirman que la escritora canadiense Anne Herbert garabateó en un mantel de un restaurante, la frase «practica actos de bondad fortuitos y de belleza sin darles importancia». Este sentimiento se ha popularizado mediante películas y literatura, y algunos lo han hecho parte de su vocabulario.
La pregunta es: ¿Por qué debemos ser bondadosos con los demás? Para los seguidores de Jesús, la respuesta es clara: para mostrar la misericordia y la bondad de Dios.
En el Antiguo Testamento, la historia de Rut, una inmigrante moabita, ilustra este principio. Esta mujer vivía en una tierra cuya cultura e idioma no entendía. Además, era sumamente pobre y por lo tanto, completamente dependiente de la caridad de un pueblo que prácticamente la ignoraba.
Sin embargo, hubo un israelita que actuó con mucha bondad hacia ella y le habló al corazón (Rut 2:13). Permitió que ella cosechara en sus campos, pero, además de ser caritativo, le mostró con su compasión, la misericordia y la bondad amorosa de Dios, Aquel bajo cuyas alas ella podía refugiarse. Finalmente, Rut se convirtió en la esposa de aquel hombre, Booz, en parte de la familia de Dios y en antepasada de Jesús, quien trajo la salvación al mundo (ver Mateo 1:1-16).
Nunca sabremos qué puede lograr una obra de bondad hecha en el nombre de Jesús.

Señor, ¿qué quieres que haga hoy por otra persona?
Nunca es demasiado tarde para ser bondadoso.

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