Hermanos
míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas… Santiago 1;2.
El fuego es uno de los peores enemigos de los
árboles, pero también es útil. Los incendios pequeños y frecuentes limpian el terreno forestal de hojas y ramas secas sin destruir los árboles. Dejan cenizas, que son perfectas para que las semillas germinen. Sorprende que los incendios
pequeños sean necesarios para el crecimiento de los árboles.
Asimismo, las pruebas, que la Biblia describe como
fuego, son necesarias para nuestra salud y crecimiento espiritual (1 Pedro 1:7;
4:12). Santiago escribió: Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis
en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas
tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que
os falte cosa alguna (Santiago 1:2-4).
Es en las pruebas donde suelen cumplirse los
propósitos de Dios, porque son buenas para madurar espiritualmente. Este
crecimiento no solo nos prepara para la vida, también nos permite reflejar más
nítidamente a Jesús ante un mundo que lo necesita con desesperación.
En las manos de nuestro Padre, las pruebas pueden
lograr sus propósitos para nuestro beneficio y para su honra. Pueden
conformarnos a la imagen de su Hijo.
Padre,
enséñame a confiar en tu fuerza para soportar las dificultades.
Fe es ver a
Dios en la oscuridad y en la luz.
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