“Tú encenderás mi lámpara; Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas.” Salmo 18:28
Antiguamente, cuando no existía todo el sistema de electricidad y alumbrado eléctrico, el uso de la lámpara y su mantenimiento era sumamente importante porque no existía otro medio para poder iluminar el camino, ya que tanto dentro como fuera de casa al irse la luz del día todo quedaba oscuro y en tinieblas. En un pasaje del libro de Mateo se nos dice que la lámpara del cuerpo es el ojo y que si nuestro ojo es malo todo el interior estará en tinieblas. Psicológicamente, se estima que el 90 por ciento de nuestros pensamientos son estimulados por lo que vemos, y también los experimentos han demostrado que la mente humana retiene en la memoria a largo plazo más o menos el 65% de lo que a percibe a través de los ojos, por lo que el impacto de los ojos sobre la mente es impresionante. Entonces, es muy importante cuidar y mantener nuestra lámpara encendida, así que pidamos al Señor que encienda la lámpara de nuestros ojos para ver como quiere Él que veamos, que nuestros ojos físicos no se desvíen detrás de cosas vanas que nos alejan de la santidad y nos apartan de Su voluntad, y que nuestros ojos espirituales puedan iluminarse para ver en las tinieblas de nuestro interior, para ver lo que no estamos haciendo bien y para ver con claridad los propósitos de Dios en nuestra vida. Que hoy pueda la luz de Jesús iluminar tu vida y toda tiniebla desaparezca. ¡Enciende hoy, Señor, nuestra lámpara!
Señor alumbra mis tinieblas, enciende la lámpara de mis ojos físicos y espirituales para no caminar a ciegas y tropezar con cosas que el enemigo pone en el camino para que pueda caer y hacerme daño; trae luz a mi vida para que todo lo que vean mis ojos te agrade y que mis ojos espirituales puedan ver tus señales en el camino e iluminar mi interior. Me aferro hoy Señor, a esa promesa de que Tú encenderás mi lámpara y alumbrarás mis tinieblas, limpia mi mente de toda contaminación que a través de mis ojos haya entrado en mí, que tu luz brille, ¡que brille Jesús en mí! Amén.
| ||||||
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario