¿Quién soy yo para que vaya al faraón y saque de Egipto a los hijos de Israel? Éxodo 3:11
La historia de tu vida se escribe entre riesgos: los que tomaste y los que evitaste. Mira a Moisés. ¿Piensas que recordaríamos su nombre hoy si no hubiera salido de su zona de seguridad? Date cuenta de lo que venció:
(1) Comodidad
La comodidad puede ser una amenaza más grande para tu progreso que la adversidad. Después de que Moisés se marchara de Egipto, pasó sus siguientes cuarenta años en Madián cuidando ovejas. Se casó con una de las hijas de Jetro, se hizo el jefe del negocio familiar, y ya que Jetro no tenía hijos, obviamente se constituyó en uno de sus herederos. Imagínate abandonar todo aquello para volver a enfrentarte al Faraón, y luego guiar por el desierto a unos tres millones de personas que se quejaban constantemente. El plan de Dios siempre es gratificador, pero ¡no pienses que va a ser fácil!
(2) Inseguridad
Cuando el Señor llamó a Moisés, éste tenía muchas preguntas y dudas: ¿Quién soy yo para que vaya al faraón y saque de Egipto a los hijos de Israel? Éxodo 3:11, ¿…qué les responderé?” (Éxodo 3:13b). “Ellos no me creerán…” (Éxodo 4:1b). “…nunca he sido hombre de fácil palabra…” (Éxodo 4:10b). Finalmente, Moisés dijo: “…envía, te ruego, a cualquier otra persona (Éxodo 4:13b). ¡Menos mal que Dios no se conformó con un “no” como respuesta! Así que, finalmente Moisés hizo la única cosa que ayuda cuando no estamos seguros acerca de nuestro futuro: obedeció al Señor, quien conoce nuestro futuro en detalle. Haciendo esto, aceptó realizar el llamamiento de Dios, dejar su zona de comodidad y volver a Egipto. Gracias a esto, los hijos de Israel fueron liberados de la mano de Faraón y el nombre “Moisés” se hizo famoso.
¿Hay aquí alguna moraleja que aprender y aplicar?
¿Quién soy yo para que vaya al faraón y saque de Egipto a los hijos de Israel? Éxodo 3:11
Aquí hay tres lecciones más sobre de la vida de Moisés:(1) Siempre es difícil dejar la zona en la que te encuentras seguro
Moisés no quería dejar las comodidades del palacio del Faraón, o la seguridad de su nueva familia en Madián. Sin embargo,si no lo hubiera hecho, habría fallado al no realizar el llamado de Dios sobre su vida. Grandes órdenes requieren grandes sacrificios. Solo porque no tengas ganas de hacer algo no significa que no debas hacerlo.
(2) El verdadero crecimiento empieza cuando dejas tu zona de seguridad
Durante cuarenta años Moisés se benefició de todo lo que Egipto tenía para ofrecerle. Pero solo después de que se marchara de Egipto, comenzó a aprender lo que es realmente importante: los propósitos del Señor. Necesitó otros cuarenta años en el desierto para descubrir cómo Dios tuvo la intención de usarlo. Para entonces había sido humillado y reformado por el Señor. Si quieres crecer, ¡tienes que ir!
(3) Tu zona de seguridad te privará de tus mejores momentos y recuerdos
Muchas personas tienen tanto miedo de arriesgarse que pasan sus vidas en “Egipto”, la tierra que no ofrece lo suficiente. Unos cuantos están dispuestos a salir de su zona de seguridad y, por consiguiente, entran en el “desierto”, que es la tierra de apenas lo suficiente. Pero Dios quiere más para ti. Quiere que salgas del “desierto” y que entres en “la Tierra Prometida”, la tierra de más que suficiente. Después de veinte años, estarás más desilusionado por los riesgos que no tomaste que por los que sí tomaste. Pero puedes evitar el remordimiento de mañana abriendo camino hoy y entrando en la zona de la fe.
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