jueves, 17 de noviembre de 2016

¿Eco o portavoz?

Resultado de imagen de ¿Eco o portavoz del amor de dios?Siempre hay personas que tratan de conceptuar el amor. Unos lo llaman pasión, otros atracción, gusto, y hasta los hay con el criterio de que existe el “amor a primera vista”.
Lo cierto es que aquellos que se aferran a estos conceptos tendrán fracasos, porque todos esos tipos de amor están basados en aspectos externos que hoy son pero que mañana desaparecen. No se trata solamente del amor de pareja, sino del amor hacia todos aquellos que nos rodean, lo cual para muchos constituye un reto difícil de enfrentar.
Es necesario recordar que el amor, al igual que un músculo, se fortalece con el uso. De la misma manera, el amor sin obras es igual a la fe multiplicada por cero.
Muchos dicen que las palabras y acciones de amor (obras) están motivadas por nuestros sentimientos más profundos, ya que tienen su origen en el corazón humano, o lo que es lo mismo, en nuestro ser interior. De hecho, las escrituras establecen que de “la abundancia del corazón habla la boca”.
Dejando a un lado los criterios personales, hay muy buenos mensajes sobre el amor de personas que no han sido movidas a ser la voz de Dios, sino solo un eco. Pero el eco no es claro y da una imagen distorsionada de la palabra de Dios, y por tanto del verdadero amor.
Por eso tenemos que entender que los que son portavoces de la palabra de Dios muestran con su ser y su quehacer el verdadero amor, el que no se podrá ni siquiera vislumbrar en aquellos que solo son un eco de su palabra..
¿Tienes dificultad para mostrar amor a los demás? Practicarlo diariamente en cosas pequeñas hará que el amor forme parte de tu manera de ser y entonces, cuando tengas que enfrentarte a dificultades grandes él estará allí.
No seas un eco hablando del amor de Dios, conviértete en su voz, porque su voz produce vida.
“…Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro…” 1 Pedro 1:22
Cuando Dios nos conmina a amarnos entrañablemente, nos debemos amar como si fuera una manifestación surgida de nuestras mismas entrañas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario