Se define a la Autoestima como el aprecio que te tienes, lo que te valoras, si te crees importante o no. Uno de los grandes problemas que enfrentan las personas es que no se aman a sí mismas, no entienden el valor que tienen. Como consecuencia, esto hace que haya personas desanimadas, deprimidas, que “creen” que no se les va a valorar o no van a lograr cumplir sus sueños.
¿Cómo se entiende esto? Esto tiene un origen en la infancia, cuando se construye gran parte de la personalidad de una persona. ¿Qué tipo de mensajes recibiste de niño? Puede que fueran palabras motivadoras o palabras que no, que te decían que no eras importante, que no lograrías nada, que todos eran mejores que tú. Si lo analizas, las personas que te lo decían quizá no supieran las consecuencias que tendrían sus palabras, aunque quizá tampoco hubieran sanado áreas que debían sanar caso de que fueran motivadoras, pero en ti se quedaron esos pensamientos que te dificultan cambiar. Es necesario reconocer que todas esas cosas que te dijeron son mentiras, ¡paparruchas!
¡Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres! Juan 8:32
¡Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres! Juan 8:32
¿Cuál es la verdad entonces? Que Dios te ama, que para Él tienes un valor incalculable. Tanto fue así que mandó a morir a su hijo para que tú comprendieras que Él te ama tal como eres. Por eso debes caminar con la frente en alto, deteniendo esos pensamientos que quieren llegar a tu mente a robarte la paz. Cuando haces esto te valoras, reconoces que a pesar de tener defectos, estos no te quitan el valor que tienes, te respetas y esto hace que los demás también te valoren y respeten; recuerda que el respeto que te den depende del respeto que te tienes a ti mismo. Dios te ama y no hay nada que puedas hacer para que deje de hacerlo, ni tus acciones, ni tus pensamientos negativos lo lograrán.
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